martes, 31 de diciembre de 2013

Los Juegos del Hambre. En llamas




No ha pasado mucho tiempo desde que se estrenó en las pantallas de todo el mundo "Los Juegos del Hambre", adaptación al cine de la primera entrega de la trilogía literaria escrita por Suzanne Collins. Y lo hizo con un éxito rotundo en la taquilla mundial, de ahí que tengamos ahora entre nosotros su continuación, "En llamas".

Esta segunda entrega de la trilogía (que en cine será tetralogía, pues está confirmado que "Sinsajo" se dividirá en dos partes, al igual que se hizo con los últimos libros de las sagas "Harry Potter" y "Crepúsculo") nos cuenta cómo Katniss Everdeen (una ya consagrada Jennifer Lawrence), flamante ganadora de la último edición de los juegos que dan nombre a las películas, se ve obligada, igual que su compañero Peeta Mellark (Josh Hutcherson), a participar en una nueva competición que no hace sino reunir a anteriores ganadores. Claro que el verdadero objetivo que planea el Presidente Snow (excepcional, como siempre, Donald Sutherland) no es otro que acabar con la vida de Katniss, quien, a raíz de su participación y posterior victoria en los juegos, se ha ido convirtiendo en un símbolo de esperanza para el pueblo, que comienza a dar muestras de querer alzarse en armas contra el Capitolio.

La cinta que nos traemos entre manos cuenta con la misma ventaja que todos las segundas (o terceras) partes de filmes precedentes: jugar sobre seguro y repetir esquemas que ya funcionaron en el pasado. Con más razón si se bebe de una fuente literaria ya de por sí exitosa. Es por eso que "En llamas" partía con todas las bazas a su favor para convertirse en uno de los más grandes éxitos del año, como así se está viendo reflejado en la taquilla. Todo, con un único cambio: quien se sienta ahora en la silla de director (y lo hará también en las dos medias terceras partes de la saga) es Francis Lawrence, mucho más acertado, en opinión de un servidor, para este tipo de películas que Gary Ross, responsable de la primera entrega.

¿Qué decir del reparto de "En llamas" a estas alturas? Pues que todos se encuentran más que cómodos en los papeles que ya encarnaron en la primera entrega, logrando, si cabe, unas interpretaciones mucho más sólidas. Excepción a lo anterior la constituye Philip Seymour Hoffman encarnando a Plutarch Heavensbee, personaje nuevo en la franquicia, que encaja a la perfección en el puzzle formado por los demás. No obstante lo anterior, quisiera destacar merecidamente la labor llevada a cabo, al igual que en la primera parte, por Donald Sutherland, que desempeña su rol de malo-malísimo de forma magistral y con una sobriedad envidiable, y Stanley Tucci, como Caesar Flickerman, el peculiar y algo histriónico (pero no sobreactuado) presentador de los juegos.

En fin: si disfrutaron con "Los Juegos del Hambre", no duden en ver "En llamas", pues es más de lo mismo. En el  buen sentido, ojo.


jueves, 14 de noviembre de 2013

Thor. El mundo oscuro



Dos años después de que se estrenara en las pantallas de todo el mundo "Thor", adaptación del personaje marveliano que a su vez se inspira en la mitología nórdica, ve la luz su secuela, "Thor. El mundo oscuro", la cual, si bien conserva a todo el reparto original, cambia de director: pasamos del shakespeariano Kenneth Branagh al más bien soso Alan Taylor, realizador de algún episodio de la aclamada serie "Juego de Tronos" y que aquí se limita más bien a hacer un trabajo "de encargo". Eso sí, según se cuenta, los productores de la cinta acabaron bastante descontentos con su labor, de ahí que, fijo, se vayan a buscar a alguien distinto para llevar a cabo la tercera parte de la saga (¿qué pasa? ¿Alguien duda de que se hará?).


"Thor. El mundo oscuro" nos cuenta las aventuras vividas en Asgard por Thor (Chris Hemsworth) y sus compañeros de batallas tras los hechos ocurridos en "Los Vengadores", por los cuales su hermano Loki (Tom Hiddleston) está preso. Todo parece estar tranquilo, pues la tarea desempeñada por el Dios del Trueno ha llevado la paz a prácticamente todos los confines de los mundos conocidos. Pero la cosa se tuerce con la aparición de los Elfos Oscuros, con Malekith (Christopher Eccleston) a la cabeza, en cuyos planes de acabar con el reinado de Odín (Anthony Hopkins) y dominar el resto de mundos se verá envuelta la científica Jane Foster (Natalie Portman).

Lo primero que llama la atención cuando uno ve "Thor. El mundo oscuro" es que esta primera secuela respeta las bases sentadas en la primera entrega, tanto en lo que respecta a la estética como a la construcción de los personajes. Claro que falta la mano de Branagh, y esto quizá suponga la carencia más grande de la que adolece el film, en todo lo demás excelente.

Hablar del reparto se convierte en una tarea considerablemente repetitiva, ya que nos encontramos con unos intérpretes, que, al repetir en sus roles, se ven cómodos y llevan a cabo sus papeles a la perfección, puliendo quizá algún pequeño detalle que no acababa de cuajar anteriormente. Eso sí, el que flojea un poco con respecto tanto a "Thor" como a "Los Vengadores" es Stellan Skarsgard, que en este caso le pone cara a un Eric Selvig trastornado (y algo sobreactuado) después de que Loki se el metiera en la cabeza y trastera a su antojo.

En resumen, la cinta que nos traemos entre manos es una secuela muy digna de su predecesora, que gustará a quienes gustó esta, pues va en la misma (exitosa) línea.

Un apunte final: ¿por qué los ataques de los Elfos Oscuros parecen sacados de alguna entrega de "Star Wars" o "La guerra de los mundos"?

martes, 22 de octubre de 2013

Zipi y Zape y el Club de la Canica



Por fin, después de un sinnúmero de cómics a cargo del maestro Escobar, llegan a la gran pantalla, y en carne y hueso, los archiconocidos Zipi y Zape, de la mano del realizador Oskar Santos ("El mal ajeno", "Hispania, la leyenda") e interpretados por dos actores que con los papeles de los traviesos chavales hacen su debut en el mundo del cine.

"Zipi y Zape y el Club de la Canica" da comienzo cuando los críos que dan título al cómic y a la cinta son enviados a un curso de verano en el Esperanza, un centro educacional al que van a parar aquellos niños que necesitan de un buen tirón de orejas y donde está terminantemente prohibido jugar. Allí conocerán al temido director del colegio, Falconetti, interpretado por un Javier Gutiérrez alejado de sus habituales papeles cómicos, y harán piña con dos alumnnos más, junto a los cuales fundarán el Club de la Canica con el fin de llevar a cabo toda una serie de travesuras a modo de "resistencia" a las estrictas normas del colegio y su amargado director.

La película que nos traemos entre manos no hace sino tratar, en cierto modo, de actualizar a los ya longevos personajes creados por Escobar, sacándolos de su habitual contexto para plantarlos en una trama de aventuras y tesoros escondidos. Y es ahí donde reside el mérito de los guionistas, en haber conseguido elaborar una trama entretenida, para toda la familia y que en ningún momento aburre, claro que en el camino la esencia de Zipi y Zape se va diluyendo hasta llegar a un punto en que da un poco igual cómo se llamen los protagonistas, pues el film funcionaría igual si no existiera relación alguna con el cómic.

Hablar del reparto de "Zipi y Zape y el Club de la Canica" se reduce básicamente a hacer referencia al rol desempeñado por Javier Gutiérrez, a quien estamos acostumbrados a ver en papeles cómicos (véase el Satur de "Águila Roja"), pero que en este caso nos sorprende, y muy gratamente, interpretando al malo de la película de la forma más seria y correcta posible, sin caer en ningún momento en el histrionismo o en la sobreactuación a los que otros intérpretes se podrían ver abocados en una cinta de estas caracterísiticas. Respecto a Daniel Cerezo y Raúl Rivas, los encargados de poner cara a los traviesos hermanos, llevan a cabo su papel de forma correcta (lo cual ya es meritorio dado que, con toda seguridad, fueron elegidos siguiendo primordialmente unas pautas de parecido físico, más que interpretativas).

¿Entretenida? Sí. ¿Zipi y Zape? No.

sábado, 19 de octubre de 2013

Nightmare



Haciendo una excepción en nuestra línea de reseñar cintas estrenadas en cines ordinarios, en Retazos de Celouloide queremos parar nuestra mirada en algo llamado "Nightmare", de un tal Oribio, que ayer tuvimos el "placer" de visionar en una proyección que tenía más de casera que de otra cosa (con aviso de actualización del antivirus en pantalla, y todo).

"Nightmare" es una película 100% amateur rodada íntegramente en Galicia, totalmente en inglés (o algo parecido), imaginamos que por aquello de darle proyección internacional (¿?), que nos cuenta la historia de dos turistas estadounidenses, Olivia y Harold, que se desplazan al rural gallego en un viaje de placer. El caso es que sus apacibles vacaciones se verán truncadas cuando Olivia empiece a sufrir una serie de terribles pesadillas que hacen que todo se descontrole. Y hasta ahí puedo decir, y no porque no quiera destripar detalles del argumento a posibles incautos que vayan a tener la desgracia de ver la película, sino más bien porque no tengo ni idea de qué más contaba...

Seamos claros: "Nightmare" es un auténtico despropósito. Empezando con un prólogo narrado a base de unos óleos nefastos que nos cuenta una historia de ángeles, nefilims, seres humanos y no sé qué clase de seres más que poco tiene que ver con lo que a continuación se nos muestra en pantalla, pasando por unas interpretaciones no de andar por casa, sino lo siguiente (dejando de lado el nivel de inglés de los protagonistas, por supuesto), unos planos "corta-cabezas" estupendos y, lo peor y más grave de todo, una historia del todo incoherente, compuesta por un sinnúmero de set pieces (por cierto, el film está organizado en capítulos, no se lo pierdan) encajados a calzador, sin sentido alguno y atropelladamente.

Ahora bien, a todo lo anterior habrá quien objete, alzando la voz y rompiendo una lanza en favor del joven director/guionista/productor/intérprete/... de la película (de ahí el "de Oribio" calzado a continuación del título, como si de John Carpenter se tratara) alegando que todo está hecho sin medio alguno, más que los cuatro duros que los implicados pudieran aportar al proyecto, que carecían del equipo mínimamente necesario tanto para grabar como para llevar a cabo los efectos que un producto de terror requería, que los intérpretes realmente no son actores (no me j...)... En fin, toda una serie de argumentos con los que, sinceramente y de corazón, puedo estar en mayor o menor medida de acuerdo. Pero lo que bajo ningún concepto se puede perdonar, y ahí reside su principal problema, es la historia contada, pues la imaginación para plasmar una idea y transformarla en un guión no depende de recurso alguno, sino simplemente de la capacidad y buen hacer del encargado de llevarla a cabo (en este caso, el tal Oribio, quien, a todas luces, carece de esa capacidad y ese buen hacer que mencionaba).

En fin, "Nightmare" supone hora y media perdida del tiempo de cualquiera, un cúmulo de errores encadenados, una cagada con M mayúscula.

Eso sí, nos hartamos de reír.

viernes, 18 de octubre de 2013

Elysium



Neill Blonkamp, director de la genial "District 9", estrena "Elysium", la cual, a pesar de ser su segunda incursión en el mundo del cine, muestra ya unas pautas de sobra marcadas de lo que el realizador neozelandés quiere hacer con su carrera.

"Elysium" narra la historia de Max (Matt Damon), un currante con antecedentes penales que vive una triste vida trabajando en una fábrica, tratando de no meterse en líos y anhelando, como todos los que se encuentran en circunstancias similares a las suyas, poder pisar Elysium, que no es otra cosa que el "piso de arriba" en el que viven los más ricos y donde algo tan serio como un cáncer no es más que una anécdota que puede ser eliminada de un plumazo. Claro que la cosa cambia cuando a Max le proponen participar en un plan que dará con sus huesos en el ansiado lugar...

Como mencionaba al inicio de esta reseña, la cinta que nos traemos entre manos deja muy clara la trayectoria que su director desea tomar en el negocio del cine: películas que se enmarcan perfectamente dentro del género de la ciencia-ficción que que vayan mucho más allá (como ya hacía, por otra parte, "Disctrict 9"), contándonos una historia sólida en la que nos encontramos unos personajes bien construidos y un mensaje claro, al margen de toda la parafernalia robótica y fantástica. Y no nos engañemos: Blonkamp sabe lo que hace.

En lo referente al reparto, éste viene encabezado por un Matt Damon sobresaliente, en el que quizá sea uno de sus mejores papeles, secundado por una breve Jodie Foster en un papel que le viene como anillo al dedo, una Alice Braga que se limita a poner cara y voz al rol asignado y un Sharlto Copley que, día a día y film tras film, no hace sino demostrar lo gran actor que es (lástima que no se prodigue más...).

Para terminar: "Elysium" es una cinta digna de ser vista y, sobre todo, merecedora de pagar una entrada de cine para poder hacerlo.



sábado, 21 de septiembre de 2013

Pacific Rim



Guillermo del Toro es un crack, le pese a quien le pese. Y si no me creen, contéstense a una pregunta: ¿quién, aparte de él, tendría el valor de aunar en una misma película la temática de las cintas japonesas de monstruos gigantes tipo Godzilla y una especie de remedo de Mazinger-Z? Pues poca gente, la verdad. El resultado de semejante combinación, "Pacific Rim".

"Pacific Rim" nos cuenta que, tras el ataque a la Tierra de una serie de monstruos, llamados kaiju, venidos de las profundidades del océano, la respuesta humana resulta ser la creación de sus propios monstruos: unos robots gigantes llamados jagers pilotados por humanos. Uno de estos pilotos es Raleigh Becket (Charlie Hunnam), retirado del servicio activo tras la muerte de su hermano, junto al cual pilotaba su jager, que vuelve a la lucha para formar equipo con Mako Mori (Rinko Kikuchi).

El mayor logro de la cinta que nos traemos entre manos es, ni más ni menos, lo que les comentaba al principio: conseguir juntar a Godzilla y a Mazinger-Z en la misma escena. Y es que el espectáculo servido por Del Toro es digno de ver y, sobre todo, disfrutar.

Lo que parece a simple vista un pastiche digno de las más lustrosas estanterías del videoclub de la esquina se convierte en mucho más al pasar por el, permítanme la expresión, "filtro Del Toro", pues el genial director nacido en Guadalajara (Jalisco, Mexico) le otorga un toque especial a todo (o casi todo, pues "Mamá" no hay por donde cogerla...) lo que cae en sus manos. Así, a pesar de tener efectos especiales a mansalva, tenemos también una historia de lo más sólida, aunque tampoco excesivamente original (cosa que tampoco pretende, por otro lado).

Haciendo referencia al reparto, quizá uno de los aciertos de este film es haber dejado el peso interpretativo en actores escasamente conocidos por el gran público, reservando a los actores conocidos (que no estrellas) papeles más secundarios. Cabe destacar en este punto el personaje de Hannibal Chau, traficante de órganos de kaiju interpretado por el gran (en más de un sentido) Ron Perlman, colaborador más que habitual del director, y la fugaz aparición de nuestro Santiago Segura, algo que ya empieza a ser recurrente en la filmografía americana de Del Toro.

En resumen: ¿quieren regresar a la infancia y disfrutar de un espectáculo cinematográfico en el que verán monstruos y robots gigantes dándose estopa? Vean "Pacific Rim". Eso sí, un consejo: vayan más allá de los efectos y la acción.



lunes, 2 de septiembre de 2013

El Llanero Solitario



Cuando se anunció que el célebre personaje del Llanero Solitario iba a ser adaptado a la gran pantalla, todos aquellos que teníamos un grato recuerdo (en caso de un servidor, gracias a la serie de dibujos animados) tanto del protagonista como de su fiel amigo indio Toro, nos llevamos una grata sorpresa. Y más sabiendo que los principales responsables del proyecto eran los mismos artífices detrás de la mega-exitosa saga "Piratas del Caribe", esto es, Gore Vervinski como director, Jerry Bruckheimer como productor y el gran Johnny Depp como protagonista (o teóricamente co-protagonista, ya que encarnaría al indio Toro, Tonto en la versión original). ¿El resultado? De todo... menos lo esperado.

Digo eso de que el resultado nos ofrece de todo menos lo que esperábamos porque el personaje del Llanero Solitario no es sino una mera excusa para poner en imágenes un vehículo para el solo lucimiento de un Johnny Depp que, si bien en otras ocasiones es perfectamente capaz de llevar él solito todo el peso de una película (véase la tetralogía de "Piratas del Caribe"), en el caso que nos ocupa no hace que olvidemos el tremendo bodrio que estamos viendo...

¿De qué va "El Llanero Solitario", la película? Pues esta es una pregunta que, me temo, no soy capaz de responder, pues no tengo la menor idea...

En fin, decir de "El Llanero Solitario" que es mala sería hacerle un tremendo favor, pues lo justo sería decir de ella que es patética, siendo su único logro haber covertido al Llanero Solitario que todos conocemos en un retrasado mental...

Y para terminar, el hecho de haber metido, en las escenas finales de la película y "a calzador", la archiconocida sintonía del personaje supone el mayor insulto que los responsables de haber perpetrado inconmensurable pérdida de tiempo han lanzado a todos lo que humildemente  nos gastamos nuestro dinero en comprar la entrada para ver la película.

Merecidísimo batacazo en taquilla.

jueves, 22 de agosto de 2013

Guerra Mundial Z



Basándose en el best-seller de Max Brooks, Marc Foster ha sido el encargado de dirigir "Guerra Mundial Z", excelente film de temática zombi con Brad Pitt a la cabeza del reparto.

Mientras que la novela se nos planteaba como un extenso dossier que recogía testimonios de diversos personajes sobre el "Apocalipsis zombi", "Guerra Mundial Z", la película, tiene una estructura mucho más clásica: relata cómo comienza la epidemia y cómo sus protegonistas tratan de ponerle remedio, para lo que tendrán que recurrir a Gerry Lane (Pitt), quien antaño trabajaba para Naciones Unidas y ahora está retirado.

"Guerra Mundial Z" encaja a la perfección en ese fenómeno zombi que surgió hace unos años con una fuerza arrolladora, el cual perdura hasta nuestros días. Ahora bien, al igual que la excelente serie de TV "The walking dead" ("Los muertos vivientes para aquellos que conocimos el cómic antes que la serie), la cinta que nos ocupa no supone un mero ejercicio vacío, sino más bien al contrario: "Guerra Mundial Z" es, inevitablemente, "una de zombis", pero no sólo eso, sino que tiene una historia bien construida detrás, con unos personajes perfectamente desarrollados. No por nada quien se sienta en la silla de director es Marc Foster, responsable de "Monster´s ball" y "Descubriendo Nunca Jamás" (vale, y también de la nefasta "Quantum of solace", pero este es un dato que es mejor dejar de lado...).

En lo referente al reparto, está convenientemente equilibrado, con un Brad Pitt protagonista absoluto y rodeado de un excelente elenco de secundarios, en su mayor parte desconocidos para el gran público (con las posibles excepciones de Matthew Fox, David Morse y James Badge Dale).

En resumen, "Guerra Mundial Z" supone un soplo de aire fresco dentro del ya considerablemente agotado fenómenos zombi del que les hablaba unas líneas más arriba, obsequiándonos con una cinta de lo más entretenida y perfectamente llevada a cabo.

miércoles, 21 de agosto de 2013

Ahora me ves...



Con una gestación de lo más discreta, aparece en la cartelera "Ahora me ves...", cinta dirigida por Louis Leterrier y protagonizada por Jesse Eisenberg, Woody Harrelson, Mark Ruffalo, Isla Fisher, Dave Franco, un fugaz Michael Caine y un Morgan Freeman que últimamente parece que se sube a todo cuanto carro que se le pasa por delante. ¿El resultado? Un espectáculo digno de ver y, sobre todo, disfrutar.

"Ahora me ves..." cuenta la historia de cuatro magos (Eisenberg, Harrelson, Fisher y Franco) patrocinados por un todopoderoso magnate de los seguros (Caine). En uno de sus espectáculos, robarán (o harán creer que lo hacen) un banco, hecho que motivará el inicio de una investigación por parte del agente del FBI Dylan Rhodes (Ruffalo), a quien ayudará Thaddeus Bradley (Freeman), que se dedica a "desmontar" los trucos efectuados por cualquier mago que se precie.

Como mencionaba al inicio de esta reseña, "Ahora me ves..." es una película merecedora de ser vista y, sobre todo, disfrutada, pues plantea un espectáculo que asombrará a todo aquel que la vea, ya sea por sus (más o menos predecibles) giros argumentales o porque se ubica en una temática no demasiado explorada en el mundo del cine.

En lo tocante a los responsables encargados de llevar a buen puerto el proyecto, tenemos tras las cámaras a Leterrier, firmante también de "El increíble Hulk" y "Furia de Titanes", quien, como es habitual en él, lleva a cabo su cometido con eficacia pero sin aportar un ápice de personalidad al film. Pasando al reparto, éste funciona a la perfección, debiendo destacarse la tarea desarrollada por el genial y, desde hace unos años, recuperado para el cine Woody Harrelson. Caine y Freeman simplemente pasaron a recoger el cheque...

En resumen, "Ahora me ves..." nos plantea una historia que combina originalidad y tópicos en proporción variable pero que cumple con su cometido: entretener.

Para terminar: Louis Leterrier debe estar contento de haber trabajado con Mark Ruffalo, dado que, no hace mucho, hizo unas declaraciones diciendo que, en su momento, propuso a este último como protagonista de "El increíble Hulk", papel que finalmente acabó interpretando en "Los Vengadores", ¿no creen?



miércoles, 14 de agosto de 2013

Lobezno inmortal



Después de largo tiempo esperando, llega a las pantallas de todo el mundo "Lobezno inmortal", nueva cinta centrada en Lobezno, el personaje más carismático y querido de los X-Men. Y lo hace no con una secuela de la anterior "X-Men. Orígenes: Lobezno", sino con un film que tiene lugar tras lo ocurrido en "X-Men. La decisión final". Eso sí, como siempre, tenemos al australiano Hugh Jackman poniéndole cara y patillas al canadiense más famoso de la historia del cómic, el cual, por otro lado, lo puso en conocimiento de todos y le dio pie a labrarse el status del que goza hoy en día en la industria hollywoodiense.

"Lobezno inmortal" se basa (o se inspira, juzguen ustedes) en "Lobezno. Honor", clásico guionizado por Chris Claremont y dibujado por Frank Miller. La historia se centra en un Lobezno (Jackman) tratando de digerir la muerte, a sus manos, de Jean Grey (Famke Janssen). En ello anda cuando un personaje de su pasado le ofrece la posibilidad de librarle de sus poderes, pudiendo así envejecer como las personas normales, para lo cual tendrá que viajar a Japón.

La idea de llevar a cabo una nueva película protagonizada por el mutante Lobezno, tras la irregular "X-Men. Orígenes: Lobezno", de Gavin Hood, llevaba años esperando a verse materializada, lo que, hace tiempo, parecía que iba a hacerse realidad de la mano de un Darren Aronofsky de actualidad (de aquella) gracias a la excepcional "Cisne negro". Pero no pudo ser. Aronofsky abandonó, dejando el proyecto huérfano, hasta que, una temporada después, se anunció que sería James Mangold, responsable de la extraordinaria "Cop Land" y de "Identidad", el encargado de rodar el nuevo film, realizando un trabajo excepcional tras la cámara.

Pasando ya al reparto... Seamos sinceros: "Lobezno inmortal" es Hugh Jackman en estado puro, disfrutando y haciéndonos disfrutar con un personaje que ha hecho suyo por méritos propios (a pesar de que su físico poco tiene que ver con el Lobezno de los cómics), haciendo que nos resulte del todo imposible imaginarnos una película de Lobezno en la piel de otro intérprete que no sea el australiano. El resto de actores, prácticamente simples acompañantes del protagonista...

En resumen, "Lobezno inmortal" es una maravilla que gustará a los amantes de la saga "X-Men" y a quienes gustan de disfrutar de una historia sólida plagada de acción de la buena.

No quisiera terminar sin recomendarles que no se pierdan la escena post-créditos que sienta las bases para la esperadísima "X-Men. Días del futuro pasado", que se estrenará el año que viene y que unirá en una sola película a los repartos de "X-Men" (y sus secuelas) y de "X-Men. Primera generación".

sábado, 10 de agosto de 2013

Star Trek. En la oscuridad



Antes de proceder a reseñar la película que nos ocupa, un servidor debe entonar un modesto pero para nada arrepentido mea culpa. Y es que la crítica que procedía antes de la de la cinta dirigida por J.J. Abrams era la de "After Earth", de M. Night Shyamalan. Ahora bien, no lo voy a hacer. ¿Y por qué? Pues porque la película dirigida por el responsable de las excelentes "El sexto sentido" y "El protegido" y las muy correctas, pese a lo que muchos digan, "Señales" y "El bosque" (después de esta última, a todas luces el realizador hindú perdió el Norte...) es un auténtico despropósito, y no sólo eso, sino que deja el grueso de la faceta actoral en manos de Jaden Smith, un chaval de nulas dotes interpretativas que está donde está simple y llanamente por ser hijo del gran Will Smith, cuyo papel en el film se ve reducido a la mínima expresión. Es por eso que "After Earth" no se merece un lugar en este blog.

Pasemos, pues, a "Star Trek. En la oscuridad", nueva entrega de la saga-reboot iniciada en 2009 por Abrams. Y como suele ser habitual en el director de "Super 8", nos obsequia con un espectáculo extraordinario que nada tiene que envidiar a anteriores entregas de la saga original (más bien al contrario...).

Tras la formación de la tripulación de la nave estelar Enterprise que todos conocemos narrada en "Star Trek", en esta primera secuela, Abrams nos plantea una nueva historia, centrada en la misión encomendada al Capitán Kirk (Chris Pine) y a su tripulación, formada nuevamente por el Sr. Spock (Zackary Quinto), el Dr. McCoy (Karl Urban), Scotty (Simon Pegg), Uhura (Zoe Saldana), Sulu (John Cho) y Chekov (Anton Yelchin), de capturar al oficial renegado de la Federación John Harrison (Benedict Cumberbatch), cuyo nombre real resulta ser... Kahn.

Nuevamente, Abrams pone en escena una cinta excelente, perfectamente equilibrada en todas sus partes, con las justas y necesarias dosis de humor, una historia sólida y una puesta en escena soberbia (por algo ha sido el elegido para llevar a buen puerto la nueva entrega de "Star Wars"). Con "Star Trek. En la oscuridad" demuestra una vez más que es uno de lo más importantes valores con los que cuenta la industria cinematográfica hollywoodiense actual.

Pasando ya a la parte interpretativa, ¿qué se puede decir de un elenco que ya viene consolidado de la anterior entrega y que funciona a las mil maravillas? Pues poca cosa, la verdad... Por ello, prefiero en este punto centrarme en las nuevas incorporaciones, como son las de Alice Eve, que poco más hace que poner su cara bonita en un papel del que bien podría haberse encargado cualquier otra intérprete de similares características, y la del ya mencionado Cumberbatch, excelente actor de carácter que, en opinión de quien esto suscribe, está un poco sobreactuado en su caracterización de Kahn, lo que puede deberse a dos motivos: uno, que su condición de actor de teatro le haya jugado una mala pasada, o dos, que el rol encomendado le haya parecido idóneo para llevar a cabo su papel de esa manera... Sea como sea, no creo que haya sido lo más acertado, debiendo haber optado por una interpretación más contenida.

Resumiendo: "Star Trek" es una cinta destinada a todos aquellos que disfrutaron con la primera entrega y a todos aquellos trekkies, a la sazón fans de "Star Trek" que no se rasguen las vestiduras porque Abrams haya modificado detalles del original para darle tanto una nueva perspectiva como un nuevo estilo.

sábado, 13 de julio de 2013

El hombre de acero



2013 es el año elegido por los responsables de la Warner para estrenar en los cines de todo el mundo "El hombre de acero", actualización de la archi-conocida historia de Superman, que parte de cero (al igual que "Batman begins") de la mano del gran Christopher Nolan y de Zack Snyder.

"El hombre de acero" nos cuenta cómo Jor-El (Russell Crowe), ante la inminente destrucción de su planeta natal, Krypton, envía a su hijo Kal-El a la Tierra. Allí, éste será adoptado por el matrimonio Kent (Kevin Costner y Diane Lane), quienes le pondrán de nombre Clark. Años después, Clark Kent (Henry Cavill) se convertirá, gracias a los poderes que le otorga el Sol, en un superhéroe que defenderá a la Tierra de los ataques del también kryptoniano General Zod (Michael Shannon). Vamos, un poco lo que todos ya sabemos, pero contado "de otra manera", lo cual, a fin de cuentas, es lo que tienen que hacer las actualiaciones (o reboots), tan de moda en Hollywood en los últimos años, pero que, en el caso que nos ocupa, era menester.

La película que nos traemos entre manos es sobresaliente, vaya eso por delante. No por nada quien se encuentra detrás del proyecto es, nada más y nada menos, Christopher Nolan, a quien los productores enconmendaron la labor de actualizar el mito de Superman después de que ya lo hiciera con el de Batman, con excelentes resultados, tanto para la crítica como para la taquilla. No obstante, en este caso Nolan decidió implicarse como autor de la historia (con la ayuda, nuevamente, de David S. Goyer) y productor de la cinta, cediendo la silla de director a Zack Snyder, notable realizador de la genial "Amanecer de los muertos", de "300" y de la muy personal y espectacular "Sucker Punch", quien desempeña su labor de forma magistral (claro que no es Nolan...).

En lo tocante al reparto, es excelente. La elección de Cavill como el nuevo Superman no podía ser mejor (recordemos que ya fue considerado para encabezar el reparto de "Superman returns", a pesar de que fue el soso Brandon Routh quien se llevó el gato al agua). Pero donde, sin lugar a dudas, brilla la elección del cásting, es en su sobresaliente elenco de secundarios, con unos fantásticos Crowe, Costner y Lane. Como excepción a lo dicho, un servidor quisiera poner dos pegas: una, la elección del actor elegido para encarnar a Zod: Shannon por momentos resulta algo sobreactuado, poniendo en duda que sea el actor idóneo para desempeñar ese papel; y otra, Amy Adams en el rol de Lois Lane no consigue darle el empaque necesario a un personaje decisivo, si bien su participación en este film es poco más que anecdótica, a pesar de que, intuimos, tendrá mucho más peso en futuras secuelas...

En resumen, "El hombre de acero" es un film que nos aporta algo distinto a una historia conocida universalmente, pero que, no obstante, conserva los rasgos esenciales del personaje, obsequiándonos con un digno y extraordinario espectáculo que cumple lo prometido. Entendámonos: "El hombre de acero" es,  ni más ni menos, lo que debería haber hecho el por otra parte magnífico realizador Bryan Singer con "Superman returns", en lugar de optar, erróneamente, por darle a la historia continuidad con las anteriores películas del personaje.

lunes, 10 de junio de 2013

Objetivo: la Casa Blanca



Creo que, a día de hoy, nadie puede discutir que el concepto de actioner, ese tipo de cine que gustaban de hacer Stallone, Schwarzenegger, Willis y unos cuantos más, y que tantas alegrías le está dando al primero con sus resucitados "mercenarios", está muerto y enterrado. Y es que en la actualidad funciona otro tipo de cine, sobre todo otro tipo de cine de acción, ya no gusta ese "uno-contra-todos" que tan buenos resultado daba en las décadas de los 80 y 90. No obstante, de vez en cuando Hollywood nos sorprende con alguna que otra cinta que sigue los parámetros del actioner, si bien adaptados al siglo XXI (esto es, con unas dodis de sangre y violencia considerablemente menores). Uno de estos ejemplos lo constituye "Objetivo: la Casa Blanca", un film que copia en gran medida el formato de ese gran clásico del cine que es "Jungla de cristal", cambiando el rascacielos Nakatomi Plaza por la Casa Blanca y al policía John McClane de Bruce Willis por el agente del Tesoro y ex-agente del Servicio Secreto Mike Banning (Gerard Butler).

Mike Banning (Butler) es un agente del Servicio Secreto caído en desgracia (por las circunstancias acaecidas al inicio de la película y que aquí no desvelaremos) que tiene que conformarse con un trabajo de oficina (desde cuya ventana, por cierto, ve la Casa Blanca) para el Departamente del Tesoro. En una de estas, unos terroristas norcoreanos (elegidos conveniente porque poco importa, por no decir nada, que se molesten al ponerlos de malos en una peli) atacan la Casa Blanca y toman rehenes, entre ellos el presidente (Aaron Eckhart). Y como Banning es un patriota de tomo y lomo, no dudará en tirar de pistola y meterse en el edificio presidencial sin que los terroristas se enteren para tratar de salvar la situación. Entre tanto, y teniendo en cuenta que tanto el presidente como el vicepresidente se hallan secuestrados, el mando de la nación lo debe asumir el portavoz del Gobierno Trumbull (un Morgan Freeman que pasó a recoger el cheque).

"Objetivo: la Casa Blanca" cuenta con virtudes y defectos. Entre las primeras está precisamente la de recuperar, al menos en parte, ese concepto que les mencionaba al principio, el de actioner, que tan gratos recuerdos nos trae a quienes superamos la treintena, así como también construir una película de acción de lo más entretenida. Entre sus defectos, el más obvio es su guión, que hace algo más que beber de la fuente que supone la ya mencionada "Jungla de cristal", encandenando un tópico tras otro, de manera que no podamos esperar encontrarnos ninguna clase de sopresa final, más bien al contrario: el film termina tal cual nos lo imaginamos desde su minuto uno.

En lo tocante personal encargado de llevar a buen puerto esta película, nos encontramos con un reparto encabezado por un Gerard Butler que demuestra una vez más su carisma en la pantalla y sus capacidades para el cine de acción (algo que hace entre comedia y comedia, en las que suele lucir una barriga cervecera y una cara-pan de agárrate y no te menees...), secundado por un Aaron Eckhart en un papel rudimentario que poco le aporta a su carrera, un Morgan Freeman que, como ya he dicho, se pasó a por el cheque y un Rick Yune ejerciendo de malo-malísimo como ya ha hecho alguna que otra vez. Detrás de las cámaras tenemos a un Antoine Fuqua en horas bajas, que se limita a realizar su trabajo con mucha eficacia y cero personalidad.

En resumen, nos encontramos ante un producto de acción muy digno y entretenido pero sin un ápice de originalidad, cosa que tampoco pretende (de ahí que el resultado funcione... aunque no se haya visto respaldado por la taquilla).

lunes, 13 de mayo de 2013

In memoriam: Constantino Romero (1947-2013)



Por lo general, al valorar una película, nos referimos a las interpretaciones de sus actores, a la labor tras las cámaras de su realizador, a sus efectos especiales... en fin, a un sinnúmero de factores. Pero a menudo se nos olvida una de las facetas más importantes del cine, al menos en aquellos países de habla distinta a aquella en la que se rodó: el doblaje. A este respecto se alzarán voces que canten a los cuatro vientos las virtudes de las versiones originales de las cintas, proclamando una y otra vez que el doblaje no hace sino empobrecer el resultado final de un film. Ahora bien, es mi cometido ahora romper una lanza en favor de todas aquellas personas que en nuestro país se dedican a hacer que todas esas cintas venidas de allende nuestras fronteras "hablen" en el idioma de Cervantes. En España, tenemos muy buenos dobladores, quizá los mejores de todos. Y aquí el doblaje es una cosa muy seria, que implica una ardua labor por parte de todos esos profesionales que hacen de su voz su herramienta de trabajo.

Y uno de esos profesionales era el gran Constantino Romero, que muy tristemente nos acaba de dejar. Dejando de lado su faceta como presentador de TV, en la que destacó enormemente por méritos propios, su labor prestando su poderosa voz a, por ejemplo, Darth Vader, Terminator, Mufasa de "El Rey León", el Roy Batty de Rutger Hauer en la magistral "Blade Runner" o, muy destacadamente, a Clint Eastwood desde hace ya un montón de años merece el mayor de los reconocimientos. Quien diga lo contrario, miente.

Descansa en paz, Constantino. Tu voz pasará a los anales de la historia del cine en España y resonará por siempre en nuestra memoria.


lunes, 29 de abril de 2013

Iron Man 3



Bueno, aquí tenemos la primera "película Marvel" post-Vengadores. Se trata de "Iron Man 3", segunda secuela de la serie que adapta a la gran pantalla las aventuras del Hombre de Hierro y que, inevitablemente, y a causa de la continuidad que une todas las cintas producidas por Marvel Studios, hace alguna que otra (escasa) referencia a lo sucedido en el film dirigido por Joss Whedon. ¿Y qué es lo que nos ofrece? A estas alturas de la película, nadie debería dudarlo ya: un guión aceptable, mucha acción, un buen reparto y... Robert Downey Jr.

"Iron Man 3" nos presenta a un Tony Stark (Downey) con algún que otro problemilla para digerir todo lo sucedido en "Los Vengadores", lo cual, sumado a los recientes ataques terroristas de los que se hace responsable El Mandarín (Ben Kingsley), sientan las bases de la película que nos  traemos entre manos. Entre tanto, vemos algo más de su relación con Pepper Potts (Gwyneth Paltrow) y el nuevo en la saga Aldrich Lillian (Guy Pearce). Del resto, pues más de lo mismo que hemos visto en las dos entregas anteriores (como es lógico, por otra parte), con una pequeña gran matización: "Iron Man 3", en ocasiones, tiene mucho más de Tony Stark que de Iron Man propiamente.

Si hay un cambio siginificativo en esta tercera entrega con respecto a las anteriores, ese es, sin duda alguna, su nuevo realizador. Y es que cuando en las anteriores era Jon Favreau el encargado de ocupar la silla de director, en este caso es Shane Black quien lo sustituye, limitándose aquél a aparecer (igual que en las dos precedentes) como Happy Hogan, antes guardaespaldas de Tony y ahora jefe de seguridad del Edificio Stark. ¿Se nota el cambio? Sinceramente, no mucho. ¿Y por qué? Seamos sinceros: si tienes un modelo que funciona a las mil maravillas y encaja en lo que la gente espera de una cinta de estas características, ¿por qué lo vas a cambiar? Así pues, un servidor no considera que la cosa cambie de Favreau a Black... Es más, me atrevería a decir que poco importa quién grite "¡Acción!" (he dicho "poco", ojo, no que no importe para nada, no sea que alguien me oiga y considere que bien podría haberla dirigido el inútil de Brett Ratner, lo cual, por otra parte, debió ser lo que debieron pensar los productores de la saga "X-Men" cuando colocaron a este gañán al frente de "X-Men. La decisión final"...).

En lo que respecta al reparto, y tal y como nos vienen acostumbrando desde la primera entrega, es más que sólido. Tenemos a Downey, aunténtica alma de la película, sin el cual nada de esto sería posible, al menos de la misma manera, a Paltrow, cobrando algo más de protagonismo, a Don Cheadle, retomando su papel de James Rhodes/Máquina de Guerra/ahora Iron Patriot, poco más que una simple comparsa del protagonista, a Pearce, recién llegado y que desempeña su rol con eficacia pero sin personalidad y a un Kingsley impagable.

Resumamos:"Iron Man 3" gustará, como suelo decir, a quienes gustaron las anteriores, a quienes gustan en general de ver una película "de superhéroes" y a quienes consideren, como quien esto suscribe, que, si cogiésemos una cámara, un trípode donde colocarla y a Downey, ya tendríamos película. 

jueves, 25 de abril de 2013

G.I.Joe. La venganza



Cuatro años después de que se estrenara en las pantallas de todo el mundo "G.I.Joe" ("G.I.Joe. Rise of Cobra" en el original), llega "G.I.Joe. La Venganza" (cuyo título original es "G.I.Joe. Retaliation), su pseudo-secuela... Conforme avance la reseña, comprenderán el porqué de semejante término. ¿Y qué ofrece? No nos engañemos: más de lo mismo... o menos, según por dónde se mire.

"G.I.Joe. La venganza" narra la historia, como ya lo hacía su predecesora, del grupo especial del ejército estadounidense cuyo nombre da título al film, compuesto por los personajes encarnados por Channing Tatum (que repite en su papel de Duke), Dwayne Johnson (el artista antes conocido como The Rock), D.J. Cotrona, Adrianne Palicki y Ray Park (que encarna, como en la película anterior, al ninja Snake Eyes, en este caso bastante desaparecido...). El meollo del asunto da comienzo cuando los Joes son disueltos por el presidente de los EE.UU. (Jonathan Price, que también repite), en realidad el malo-malísimo Zartan camuflado, como se nos mostraba al final de "G.I.Joe", propiciando el resurgimiento de la organización terrorista Cobra. Y claro, los buenos, pese a ser condenados públicamente, harán todo lo que esté en su mano para lavar su nombre y salvar a su país, para lo cual recurrirán al fundador de los Joes, el ya retirado General Colton (un Bruce Willis que pasaba por allí... y de paso, se llevó un bonito cheque para casa).

Empecemos por el guión... ¿Alguien sabe dónde se lo dejaron? Lo digo más que nada porque en el film no es que existan demasiadas trazas de él, al margen de cuatro esbozos. Pero claro, en una película de estas características sería tremendamente ingenuo esperar más que un simple entretenimiento de acción y tiros, de estos de ver, pasar el rato e, instantánemante, olvidar. Relacionado con la historia está el siguiente tema (y enlazo con aquello de "pseudo-secuela"): ¿estamos ante una secuela? ¿O más bien ante uno de esos reboots que tanto gustan ahora en Hollywood? Pues ni una cosa ni la otra... Me explico: por un lado, y dado que la cinta predecesora no reventó la taquilla, los responsables de la que nos ocupa quisieron hacer algo distinto y renovar la saga, para lo que, según las malas lenguas, prescindieron de los servicios de Stephen Sommers, realizador de la primera y de "Deep Rising" y las dos primeras entregas de "La momia", por citar algunos títulos, para sentar en el sillón de director a un tal Jon M. Chu, el responsable de haber perpetrado "Step Up 3D" y un documental sobre el niñato insoportable Justin Bieber... Sabia decisión, sí señor. También decidieron cambiar a los personajes principales, pero sólo en parte, pues se mantiene a Duke (brevemente), Snake Eyes (de pasada), al comandante Cobra (en mi opinión el único acierto), a Storm Shadow y al Presidente/Zartan, a los que se añaden algunos nuevos (y de los de la primera, ni rastro, ni explicación al respecto). Total, que tenemos una cinta de acción al uso que se queda a medio camino entre secuela y reboot, creando en el espectador una sensación extraña que le hace desear que se hubieran olvidado de la primera y que hubieran sacado personajes nuevos, sin rastro alguno de continuidad.

En fin, si pensaban que la primera era mala, esta es peor. Entretenida, sí, siempre y cuando no esperen de ella más que el simple hecho de pasar un rato viendo escenas imposibles, golpes a mansalva y tiros por un tubo. La primera, por lo menos, era un producto considerablemente digno que sentaba las bases para una posible secuela que enlazara directamente con la serie de dibujos de hace años o los cómics...



lunes, 8 de abril de 2013

Oz, un mundo de fantasía



La otrora poderosísima por méritos propios Disney (ahora lo es, pero por haber adquirido Pixar, Marvel y Lucasfilm...), en su afán por poner en imagen real determinadas historias clásicas dirigidas a todos los públicos, pero sobre todo a los más pequeños de la casa, nos trae ahora "Oz, un mundo de fantasía", basado en la obra de L. Frank Baum y especie de precuela de "El mago de Oz". Para ello, ha contado con la inestimable colaboración del gran Sam Raimi, a la sazón director del film que nos traemos entre manos.

"Oz, un mundo de fantasía" relata la historia de Oscar Diggs (James Franco), un mago de pacotilla cuyo afán no es otro que ir de feria en feria timando a la gente con sus pobres trucos y rompiéndole el corazón a más de una chica.  En una de estas, se ve obligado a huir en globo, viéndose transportado, sin comerlo ni beberlo, a Oz, un mundo fantástico que está esperando su llegada como agua de mayo. Allí, conocerá a tres brujas (encarnadas por Rachel Weisz, Michelle Williams y Mila Kunis), sin saber muy bien cuál es buena y cuál mala...

La idea de partida de la cinta que nos ocupa no es mala: abordar el mundo de "El mago de Oz" desde una perspectiva diferente, sin adaptar la archiconocida historia de Dorothy, el Espantapájaros, el Hombre de Hojalata y el León Cobarde. Si a ello le sumamos que el proyecto fue puesto en manos de un realizador de calidad como es Raimi (lástima que su buen hacer no fuera reconocido "oficialmente" hasta que a alguien se le ocurrió darle las riendas de la adaptación a la gran pantalla de Spiderman...), todo parecía indicar que el resultado final sería un taquillazo, y de los buenos. Pero claro, nos encontramos con dos problemas: un guión considerablemente aburrido que tarda más de media película en presentar la situación y a los personajes y... James Franco (¿se puede ser más soso? No, ¿verdad?). Estos dos factores hacen que estemos ante una cinta tremendamente aburrida que sólo empieza a levantar cabeza muy avanzado su metraje, obsequiándonos con un excelente final... cuando ya media sala ha perdido el interés...

Argumentaba que uno de los problemas (quizá ya no el mayor, ya que éste radica en su fallido guión) es el hecho de tener como protagonista a James Franco, el cual, siendo sinceros, no es mal actor, pero tampoco bueno. Me explico: se trata de un intérprete demasiado convencional, que se limita a llevar a cabo un papel tras otro sin aportar otra cosa que no sea, y lamento repetirme, su extremada sosería. ¿Qué habría sido de la cinta de haber tenido como protagonista a Robert Downey Jr. o a Johnny Depp, como se rumorea que querían sus productores? Lamentablemente, es algo que nunca sabremos...

"Oz, un mundo de fantasía", por culpa de su guión, es un film que gustará, más o menos, a todos aquellos espectadores cuya edad no supere los 12 años y aburrirá a los demás (salvo excepciones, por supuesto).

No me puedo resistir... James, ¡aburres a las cabras!

lunes, 28 de enero de 2013

Django desencadenado




A estas alturas de la película, todo el mundo, en mayor o menor medida, sabe que el director y guionista Quentin Tarantino gusta de hacer siempre lo mismo: lo que le da la gana. Ya no es que siempre toque los mismos palos, más bien al contrario, sino que, si le apetece, rueda una película ambientaba en la Segunda Guerra Mundial, como es "Malditos bastardos", o lo hace en el antiguo Oeste, como ahora. Eso sí, y de ahí mi comentario anterior, haga lo que haga, siempre a su manera. Le pese a quien le pese.

"Django desencadenado" tiene como protagonista al personaje cuyo nombre da título al film (encarnado por Jamie Foxx), un esclavo que, tras ser liberado por el Dr. King Schultz (excepcional Christoph Waltz), un cazarrecompensas camuflado de dentista, y pasar a desempeñar, como hombre libre, el mismo oficio que su libertador, sólo piensa en una cosa: rescatar a su esposa Broomhilda (Kerry Washington) de las garras del despiadado esclavista Calvin Candie (Leonardo DiCaprio). El resto, Tarantino en estado puro.

Como bien comentaba al inicio de esta reseña, es de sobras conocido el estilo personalísimo de Tarantino, que le imprime a cada una de sus obras su toque característico. Pues bien, ese toque está presente, y de sobra, en "Django desencadenado". Y, reconozcámoslo, ese "algo" de toda su obra gusta, más o menos, pero gusta. Es por ello que nuevamente consigue realizar una cinta memorable, de calidad, con unos diálogos, como ya nos tiene acostumbrados, extraordinarios, unas interpretaciones soberbias y una historia de lo más interesante, retratando la esclavitud de una manera de lo más cruda, sin concesiones. No obstante, hay un "pero" a todo lo anterior, que no es otro que la duración del film: más de 2 horas y media, algo completamente innecesario (y parece ser que Tarantino estaba dispuesto a incluír más metraje, pero claro, ya se sabe de qué pie cojea el productor Harvey "Manostijeras" Weinstein...), si bien, en honor a la verdad, hay que admitir que, pese a ello, la acción no se ve demasiado ralentizada, por lo que la película no aburre.

Centrándonos ya en el reparto, no falla en ninguno de sus integrantes, todos ellos geniales, desde un inconmensurable Christoph Waltz, que vuelve a demostrar (tras "Malditos bastardos") el ojo de Tarantino a la hora de descubrirlo para el gran público y que nuevamente está nominado al Oscar en la categoría de Mejor Actor de Reparto (tras... "Malditos bastardos"), hasta un sensacional DiCaprio como malo-malísimo de la función, pasando por un Samuel L. Jackson en estado de gracia desempeñando el rol de mano derecha del villano, haciendo de negro que desprecia a los otros negros... impagable.

"Django desencadenado" es un film que nadie debería perderse, tanto los amantes del spaghetti western clásico, que verán una muy particular versión de este género, como, por supuesto, los admiradores de Tarantino. Eso sí, cuidado con la sangre, que salpica.


miércoles, 16 de enero de 2013

El cuerpo




El cine español está en buena forma. Ello queda fehacientemente demostrado con el estreno de cintas como la que nos traemos entre manos, "El cuerpo", de Oriol Paulo. Otra cosa es que para poner en marcha proyectos como este hagan falta en nuestro país un sinnúmero de productoras, cadenas de TV y organismos oficiales...

"El cuerpo" empieza con la desaparición del depósito del cadáver de Mayka Villaverde (Belén Rueda), una despiadada empresaria casada con Álex Ulloa (Hugo Silva), que trabaja para ella y que automáticamente será llevado a comisaría para ser interrogado. La investigación policial será llevada a cabo por el inspector Jaime Peña (José Coronado), recién reincorporado al servicio activo al mismo tiempo que trata de enfrentarse a sus propios demonios. Y hasta aquí el resumen de la historia contada en la película. Desvelar más datos sería injusto y haría que el visionado de este excelente film se viera considerablemente menoscabado.

Como se puede deducir de los párrafos anteriores, "El cuerpo" es cine del bueno de principio a fin. El cuasi-desconocido guionista (a cargo también de la ejemplar "Los ojos de Julia") y realizador Oriol Paulo consigue contarnos una historia de lo más interesante sin que en ningún momento perdamos interés por saber qué será de los protagonistas al final de la trama. Nos encontramos ante un thriller de calidad, ejemplo a seguir por cualquier cineasta que pretenda moverse en este género (ya sea nacional  o de más allá de nuestras fronteras, por más que les pueda pesar).

En lo que respecta al reparto, todo él es excelente: tenemos a un Coronado que brilla con luz propia después de ese punto y aparte que supuso, para quien esto suscribe, su inconmensurable interpretación en "No habrá paz para los malvados", a una Belén Rueda que, paso a paso, se va quitando de encima el sambenito de "actriz de TV" y a un Hugo Silva que, si bien resulta ser el más flojo de todos, desempeña su rol de forma más que aceptable.

¿Cuál es el problema de una cinta como la que nos ocupa? Pues que, tristemente, en nuestro país sigue habiendo mucha gente que considera el cine patrio como algo inferior al foráneo, de ahí que, sumado al elevado precio de una entrada de cine en la actualidad, no acudan a ver un producto de la más elevada calidad como es "El cuerpo" por tratarse de "una españolada".

lunes, 14 de enero de 2013

Los Miserables




Por fin, después de años triunfando en Broadway (y en teatros de todo el mundo), llega a la pantalla grande "Los Miserables", adaptación del musical del mismo título que a su vez adaptaba la magistral novela homónima del gran Victor Hugo.

"Los Miserables" cuenta la más que conocida historia (pues ha sido objeto de numerosas adaptaciones, las más recientes la miniserie francesa protagonizada por Gérard Depardieu en el año 2000 y el film protagonizado por Liam Neeson en 1998) de Jean Valjean (Hugh Jackman), un ex-convicto que, tras cumplir 19 años de prisión por haber robado comida para alimentar a su sobrino, sólo piensa en una cosa: la venganza. Pero el hecho de que alguien, pese a conocer su condición, crea en él, le hace cambiar radicalmente de parecer, decidiendo dejar atrás su desgraciado pasado para convertirse en un hombre respetable. Y lo logrará: conseguirá construirse una nueva vida como hombre de honor, la cual verá tambalear sus cimientos con la aparición en escena de Javert (Russell Crowe), quien fuera su carcelero y para quien Valjean siempre será escoria.

A estas alturas, todo el mundo sabe que la peculiaridad de esta nueva versión de la clásica historia no es otra que el hecho de que no adapta directamente la novela, sino que se basa en el musical surgido a raíz de ésta, razón por la cual el 99,99% de los diálogos de la cinta son cantados.

"Los Miserables" se erige en una excelente adaptación de la magistral historia creada por la mente de Victor Hugo, un auténtico espectáculo con el que nos obsequian sus responsables y que sólo adolece de un pequeño defecto: su excesiva duración (2 horas y media), que hace que en ocasiones el espectador se aburra. Quizá el mayor mérito del film que nos ocupa sea haber conseguido reunir a un reparto de lo más sólido de actores/cantantes, que destacan tanto por sus cualidades interpretativas como vocales: desde unos extraordinarios Jackman y Crowe hasta una estupenda Anne Hathaway, en el que quizá es el mejor papel de su carrera hasta el momento, pasando por Helena Bonham Carter y Sacha Baron Cohen, que ponen el contrapunto cómico. Pero si alguien merece una destacadísima mención es Eddie Redmayne, a cargo del personaje de Marius, quien, si bien destaca en la labor actoral, deja con la boca abierta en la faceta vocal. No digo más: véanlo ustedes mismos.

Termino: Dadas las brevísimas líneas de diálogo, llamémoslo así, "convencional", ¿por qué se han empeñado en doblarlas al castellano? Visto el resultado final, mejor habría quedado todo subtitulado...

miércoles, 9 de enero de 2013

El Hobbit. Un viaje inesperado



Diciembre de 2012, de 2013 y de 2014 son las fechas elegidas para el estreno sucesivo de la trilogía en la que los responsables de New Line Cinema y el director/productor/guionista Peter Jackson han convertido la novela de J.R.R. Tolkien "El Hobbit": "Un viaje inesperado", "La desolación de Smaug" y "Partida y regreso", respectivamente. Por motivos obvios, ahora toca meternos con "Un viaje inesperado", una gran cinta, vaya eso por delante, si bien no por ello deja de ser conveniente matizar tal afirmación.

"El Hobbit. Un viaje inesperado" narra la historia de Bilbo Bolsón que aparecía resumida al inicio de "El Señor de los Anillos. La Comunidad del Anillo": Bilbo (Martin Freeman de joven e Ian Holm repitiendo de viejo) es un hobbit que vive una tranquila y apacible vida en Bolsón Cerrado, pero que ve perturbada su paz cuando trece enanos aparecen de improviso en su morada convocados por el mago Gandalf el Blanco (Ian McKellen) con el propósito de reclutarlo para desempeñar un peligroso rol en una misión que le llevará más lejos de lo que nunca había soñado.

Como decía al inicio de esta reseña, nos encontramos ante un gran film, merecedor de mil y un elogios. Pero, como también mencionaba, hemos de matizar. Y es que esta primera entrega de la nueva trilogía juega sobre seguro, se trata de un negocio rentable 100% garantizado. Me explico: si cuando se aprobó el rodaje de la trilogía de "El Señor de los Anillos" ello supuso un riesgo enorme, dado que se desconocía cómo la recibirían tanto el gran público como los seguidores de la obra de Tolkien (público quizá muchísimo más complicado que cualquier otro), el hecho de llevar a la gran pantalla la obra previa vino rodado. Y quizá ahí resida un pequeño "pero", pues Jackson se ha limitado a repetir esquemas hasta la saciedad: mismo reparto (dentro de lo posible), mismos guionistas (Philippa Boyens, su mujer Fran Walsh y él mismo), misma forma de rodar... Imagino que la fórmula fue: ¿por qué hemos de cambiar algo que ha funcionado en el pasado, y no sólo eso, sino que ha arrasado en taquilla? Claro que un servidor no deja de preguntarse qué habría sido de "El Hobbit" (de aquella planeada en dos entregas) en manos del genial Guillermo del Toro (que aparece acreditado como co-guionista, si bien ponemos en duda que haya quedado algo de su aportación), que se vio obligado a abandonar el proyecto tras los continuos retrasos sufridos por causas ajenas a sus responsables (como la tormenta que destrozó todos los escenarios construidos para el rodaje de "El Señor de los Anillos" y que pensaban utilizar).

Si les gustó la trilogía previa, no tengan la más mínima duda de que disfrutarán como enanos (nunca mejor dicho) con esta nueva muestra de la obra de Tolkien llevada al cine.

Ya para terminar: "El Hobbit" es una novela de escasas 300 páginas (frente a las más de 1000 de "El Señor de los Anillos")... Peter, ¿de dónde sacas tres películas?