sábado, 10 de agosto de 2013

Star Trek. En la oscuridad



Antes de proceder a reseñar la película que nos ocupa, un servidor debe entonar un modesto pero para nada arrepentido mea culpa. Y es que la crítica que procedía antes de la de la cinta dirigida por J.J. Abrams era la de "After Earth", de M. Night Shyamalan. Ahora bien, no lo voy a hacer. ¿Y por qué? Pues porque la película dirigida por el responsable de las excelentes "El sexto sentido" y "El protegido" y las muy correctas, pese a lo que muchos digan, "Señales" y "El bosque" (después de esta última, a todas luces el realizador hindú perdió el Norte...) es un auténtico despropósito, y no sólo eso, sino que deja el grueso de la faceta actoral en manos de Jaden Smith, un chaval de nulas dotes interpretativas que está donde está simple y llanamente por ser hijo del gran Will Smith, cuyo papel en el film se ve reducido a la mínima expresión. Es por eso que "After Earth" no se merece un lugar en este blog.

Pasemos, pues, a "Star Trek. En la oscuridad", nueva entrega de la saga-reboot iniciada en 2009 por Abrams. Y como suele ser habitual en el director de "Super 8", nos obsequia con un espectáculo extraordinario que nada tiene que envidiar a anteriores entregas de la saga original (más bien al contrario...).

Tras la formación de la tripulación de la nave estelar Enterprise que todos conocemos narrada en "Star Trek", en esta primera secuela, Abrams nos plantea una nueva historia, centrada en la misión encomendada al Capitán Kirk (Chris Pine) y a su tripulación, formada nuevamente por el Sr. Spock (Zackary Quinto), el Dr. McCoy (Karl Urban), Scotty (Simon Pegg), Uhura (Zoe Saldana), Sulu (John Cho) y Chekov (Anton Yelchin), de capturar al oficial renegado de la Federación John Harrison (Benedict Cumberbatch), cuyo nombre real resulta ser... Kahn.

Nuevamente, Abrams pone en escena una cinta excelente, perfectamente equilibrada en todas sus partes, con las justas y necesarias dosis de humor, una historia sólida y una puesta en escena soberbia (por algo ha sido el elegido para llevar a buen puerto la nueva entrega de "Star Wars"). Con "Star Trek. En la oscuridad" demuestra una vez más que es uno de lo más importantes valores con los que cuenta la industria cinematográfica hollywoodiense actual.

Pasando ya a la parte interpretativa, ¿qué se puede decir de un elenco que ya viene consolidado de la anterior entrega y que funciona a las mil maravillas? Pues poca cosa, la verdad... Por ello, prefiero en este punto centrarme en las nuevas incorporaciones, como son las de Alice Eve, que poco más hace que poner su cara bonita en un papel del que bien podría haberse encargado cualquier otra intérprete de similares características, y la del ya mencionado Cumberbatch, excelente actor de carácter que, en opinión de quien esto suscribe, está un poco sobreactuado en su caracterización de Kahn, lo que puede deberse a dos motivos: uno, que su condición de actor de teatro le haya jugado una mala pasada, o dos, que el rol encomendado le haya parecido idóneo para llevar a cabo su papel de esa manera... Sea como sea, no creo que haya sido lo más acertado, debiendo haber optado por una interpretación más contenida.

Resumiendo: "Star Trek" es una cinta destinada a todos aquellos que disfrutaron con la primera entrega y a todos aquellos trekkies, a la sazón fans de "Star Trek" que no se rasguen las vestiduras porque Abrams haya modificado detalles del original para darle tanto una nueva perspectiva como un nuevo estilo.

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