miércoles, 31 de agosto de 2011

Conan, el Bárbaro



Por fin tenemos entre nosotros, tras años y años dando vuelta por unos cuantos cajones de los escritorios de más de un productor hollywoodiense, y sin saber si se trataría de una secuela, de un remake o de qué demonios, "Conan, el Bárbaro", nueva versión del clásico producido en 1982 y protagonizado por el ex-gobernador de California, Arnold Schwarzenegger (al que seguiría "Conan, el Destructor" en 1984), y basado en el personaje creado por Robert E. Howard. Y lo hace con dos puntos fuertes a su favor: en primer lugar, el nuevo Conan llega hasta nosotros actualizado, pues, no nos engañemos, no corren tiempos favorables para la clase de héroe (o antihéroe, según por donde se mire) que encarnó en su momento Schwarzenegger, y en segundo lugar, lo hace también sin calcar la historia, los personajes o los planos utilizados años ha por John Milius.

"Conan, el Barbaro" narra la historia del cimmerio cuyo nombre sirve de título al film, encarnado en este caso por el actor hawaiano Jason Momoa, nacido del vientre de su madre en el fragor de la batalla, dato que definirá su vida, marcada por la violencia en todo momento, lo que lo dotará de la tenacidad y la fuerza necesarias para dar caza al asesino de su padre, un hombre con aspiraciones divinas. El resto, pues acción a raudales, muchos más diálogos que en la película precedente (este nuevo Conan es notablemente más parlanchín que su predecesor, rasgo debido al proceso de actualización del personaje que mencionaba al inicio) y algo de fantasía, aunque no demasiada, rasgo que sorprendió al que esto suscribe, y no necesariamente de forma desfavorable.

Haciendo referencia a los responsables de la cinta, detrás de las cámaras tenemos al eficiente Marcus Nispel, realizador de la nueva versión de "La matanza de Texas" y de "El guía del desfiladero", que para muchos le supuso una suerte de entrenamiento para el nuevo Conan (y de su remake de "Viernes 13" mejor me olvido...). Y delante de las cámaras aparecen el ya mencionado Momoa, ejerciendo de protagonista, cuyo papel obtuvo gracias a su notable interpretación de Khal Drogo en la popular "Juego de Tronos", Stephen Lang y Rose McGowan ejerciendo de malos malísimos, algo que se les da francamente bien, habiéndolo ya demostrado el primero en la horrenda "Avatar", y Rachel Nichols, la cual, mucho me temo, poco más hace que ejercer de florero al lado del protagonista, a pesar de que esta chica tiene mucho más que dar que eso; mención aparte merece la aparición en la película del siempre genial Ron Perlman, quien, con su sola presencia, eleva la calidad del producto en el que aparece, por nefasto que éste sea (y que conste que con este comentario no me refiero al film que nos ocupa), si bien es una pena que su personaje aparezca tan pocos minutos en pantalla...

Habrá muchos que, ante esta nueva versión de las aventuras de lo que ellos seguramente consideran un personaje intocable, renieguen de ella, la critiquen (con o sin razón) y se rasguen las vestiduras por no entender cómo en Hollywood han perpetrado tamaño ultraje... Pues bien, para empezar, lo de siempre: esta nueva versión se debe, nada más y nada menos, a la tremenda falta de ideas en el cine actual (¿a alguien le sorprende esta afirmación?), así como también a las pocas ganas de los productores de arriesgar su dinero, apostando por aquello que funcionó en su momento y encomendándose a todos los santos para que vuelva a hacerlo. Ahora bien, y pese a lo anterior, el nuevo "Conan, el Bárbaro", y con permiso de la primera versión, supone un espectáculo de lo más entretenido, divertido incluso y bien rodado, enmarcado en el género denominado "espada y brujería". Sólo un consejo, no orientado a nadie en particular: vean la película sin nociones preconcebidas y aparten de sus cabezas la idea de que "seguro que es mejor la vieja"... Si lo consiguen, disfrutarán como enanos, llegando, si tienen suerte, a revivir algunas de las sensaciones que vivían siendo niños en aquellas contadas y especiales ocasiones en que sus padres los llevaban al cine, la cual, muy probablemente, se haya ido diluyendo con el transcurrir de los años.

domingo, 28 de agosto de 2011

El origen del Planeta de los Simios



En fin, aquí tenemos una nueva propuesta venida desde Hollywood que de nueva no tiene nada, para no variar... Me explico: el film que nos ocupa, "El origen del Planeta de los Simios", es una precuela (o quizá más bien un reboot, que están muy de moda ahora...) del film de Tim Burton estrenado en el año 2001, que a su vez era un remake de la cinta estrenada en 1968 y protagonizada por el desaparecido Charlton Heston, la cual a su vez era una adaptación (bastante libre, eso sí) del libro escrito por el francés Pierre Boulle en 1963... Bueno, creo que el que más y el que menos ya ha pillado por dónde van los tiros, ¿o no? Ahora bien, no obstante la tremenda (y casi delictiva) falta de originalidad de "El origen del Planeta de los Simios", ésta se ha convertido en el éxito sorpresa (un sleeper, como les gusta decir allende el Atlántico) del verano, superando a un producto inicialmente destinado al éxito más absoluto como es "Capitán América. El primer vengador", en España estrenada el mismo día que aquélla.

La película dirigida por el desconocido Rupert Wyatt nos cuenta la historia de Will Rodman, encarnado por el soso James Franco, un científico que trata de hallar una cura para el Alzheimer, inyectando una droga experimental a un puñado de chimpancés, hasta que una hembra da a luz a un vástago, de nombre César, que lleva los efectos de la mencionada droga codificados en su ADN, lo cual lo hace sumamente más inteligente que el resto de sus congéneres. De ahí en adelante, pues se pueden hacer una idea de cómo se va desarrollando, más que nada porque todos somos conscientes de que eso de "Planeta de los Simios" no puede acabar muy bien para la raza humana...

¿Es "El origen del Planeta de los Simios" buena o mala? Bien, vayamos por partes... Su comienzo es de lo más aburrido y soporífero, ya sea por la fastidiosa e ingrata tarea de tener que presentarnos a los personajes, o porque su casi novato director no sabe imprimirle a la cinta el ritmo requerido, cosa que sí consigue a medida que va avanzando su metraje, de forma que se vuelve más entretenida y, ¿por qué no decirlo?, también divertida. Pero ello no es óbice para que nos encontremos ante un producto que no nos ofrece nada nuevo bajo el Sol, pues, nada más empezar la película, no nos engañemos, sabemos perfectamente cómo va a acabar, o al menos cómo van a quedar enfocadas las cosas, lo cual, en mayor o menor medida, le resta emoción al asunto (un poco como visionar "Star Wars. Episodio III. La venganza de los Sith" sabiendo a la perfección cuál es el destino del incauto Annakin Skywalker...). Vamos, que nos encontramos ante una cinta correcta pero 100% carente del más mínimo atisbo de originalidad, lo cual, por repetitivo, hace de ella algo perfectamente prescindible (y digo esto en contra de los resultados obtenidos en la taquilla...).

En lo tocante a su reparto, nada digno de mención, a no ser la tremenda sosería que James Franco les imprime siempre a los personajes que interpreta (a excepción, supongo, de "127 horas", que aún no he visto, y por la que fue nominado al Oscar). Sí merece una mención destacada Rupert Wyatt, su realizador, quien, a pesar de no ser capaz de otorgarle al film el ritmo deseado en sus inicios, sí se erige en una promesa a tener en cuenta en el futuro del cine, si bien es cierto que está por ver si se convertirá en un director con algo que decir o si se limitará a ser uno de esos realizadores, estilo Martin Campbell, que llegan, ruedan mecánicamente y se van, sin aportar nada más y dejando el resultado final en manos de los todopoderosos productores.

Resumiendo, "El origen del Planeta de los Simios" ofrece lo que su propio título indica: más de lo mismo. Pero claro, eso es habitual en la taquilla desde hace ya demasiado tiempo, así que, si quieren divertirse un rato (superada su aburrida primera parte), vayan a verla. Y si no, pues a otra cosa, que tampoco se perderán nada por lo que después se vayan a dar cabezazos contra las paredes.

lunes, 15 de agosto de 2011

Capitán América. El primer Vengador



Bueno, aquí tenemos, por fin, la adaptación al cine (la buena, quiero decir, no aquel engendro pergeñado por Albert Pyun en los años 90) de uno de los personajes más antiguos y emblemáticos de la casa Marvel, como es el llamado Centinela de la Libertad. Y el resultado es ciertamente notable, con un reparto sólido, un guión interesante y una realización correcta, lo cual ya es mucho si tenemos en cuenta que quien se halla detrás de las cámaras es Joe Johnston, un individuo que en su haber posee títulos como "Cariño, he encogido a los niños" o "Jumanji".

"Capitán América. El primer Vengador" relata la historia de Steve Rogers, un joven enclenque y debilucho, rechazado para el servicio militar, pero que por su tremendo valor y perseverancia es elegido para formar parte del "Proyecto Super-Soldado", en el que se le inyectará un suero cuasi-experimental que lo convertirá en eso, un super-soldado. Y de ahí en adelante, pues se nos obsequia con acción de la buena, un villano carismático a la par que intimidatorio y un desarrollo de la historia ciertamente bien resuelto.

El film que nos ocupa supone la quinta producción, tras "Iron Man", "El increíble Hulk", "Iron Man 2" y "Thor", de Marvel Studios, que no es sino el resultado de la decisión tomada por los más altos dirigentes de la editorial Marvel de crear su propia productora cinematográfica y ser ellos los encargados de las producciones que lleven a la pantalla grande a sus personajes, en lugar de venderles los derechos de adaptación a otras majors, como es el caso de "X-Men", cuyos derechos posee la Fox, o "Spiderman", en manos de Sony. Y con ello tambien han empezado a entretejer todo un entramado que dará sus frutos el año que viene, cuando se estrene en los cines de todo el mundo "Los Vengadores", cinta en la cual podremos ver juntos a Iron Man, Thor, el Capitán América, Hulk, Ojo de Halcón, la Viuda Negra y Nick Furia, personajes que ya han ido apareciendo, en mayor o menor medida, en todas las películas estrenadas hasta la fecha, si bien es cierto que Furia, encarnado por Samuel L. Jackson, es el personaje que más presencia ha tenido, pues es el encargado de llevar a buen puerto el denominado "Proyecto Vengador".

Pasando ya a los responsables del film que nos ocupa, como decía al principio, nos encontramos con un reparto sólido, encabezado por Chris Evans, quien en su momento encarnó a otro personajes de rasgos superheroicos, como es la Antorcha Humana de "Los 4 Fantásticos", quien desempeña su labor con eficiencia, haciendo justo lo que se le pide y lo que se espera de él. En el otro lado de la balanza tenemos a su némesis, Cráneo Rojo, encarnado por el genial Hugo Weaving, quien, como ya demostró en "V de Vendetta", no sólo es capaz de actuar (y digo actuar en todo el sentido de la palabra) con la cara cubierta con una máscara o con kilos de maquillaje, sino de salir victorioso de semejante tarea. Del resto, tenemos a un reparto de secundarios de lujo, compuesto por, entre otros, Tommy Lee Jones, Stanley Tucci y el ya mencionado Samuel L. Jackson, que le otorgan una notable entidad a un proyecto de estas características, y que de no ser así podría haberse quedado en un mero vehículo para exclusivo lucimiento de su protagonista. Ya en lo tocante a la parte que no vemos, por así decir, tenemos al realizador Joe Johnston, un tipo que, pese a llevar ya unos cuantos años desempeñando su oficio, no acaba de pillarle el punto, resultando, para quien esto escribe, una opción de lo más desacertada para llevar a cabo un proyecto de estas características, si bien no dejo de admitir, pues sería injusto decir lo contrario, que en "Capitán América. El primer Vengador" desempeña su labor con una correción encomiable, si bien en ningún momento resulta espectacular o innovadora (claro que tampoco le podemos pedir peras al olmo, ¿no?).

En fin... ¿Les gusta pasar el rato viendo una película de acción? ¿Son admiradores, más o menos entusiastas, de los cómics Marvel y sus adaptaciones cinematográficas? Si la respuesta es "Sí" a ambas cuestiones, disfrutarán con las aventuras del Capitán América, pero si es "No", mejor que dediquen su tiempo a otros menesteres, porque, a fin de cuentas, todo el mundo sabe lo que nos podemos esperar de una cinta de estas características, ¿me equivoco?

No quisiera terminar esta reseña sin hacer un pequeño comentario: hay quien opina que un personaje de las características del Capitán América no es sino el culmen del sentimiento patriótico americano, de esa foma de sentir que son los mejores que tienen allende el Gran Charco, que sin ellos no somos nada, esa sensación de ser la policía del mundo, como ya he mencionado en otras ocasiones... Pues bien, no dejo de reconocer que ello, en gran medida, puede ser cierto, pero vamos, si nos disponemos a ver la película que nos ocupa, debemos hacerlo con la mente relativamente abierta, y tomarnos al Capitán América como un superhéroe más, y no como símbolo del patriotismo americano.

lunes, 8 de agosto de 2011

Green Lantern



Vamos a ver... Antes de entrar a valorar la película que nos ocupa, quisiera recapacitar acerca del título de la misma, "Green Lantern" (Linterna Verde, para entendernos), en alusión directa a su superhéroe protagonista. Pues bien, la pregunta que me corroe las entrañas y no me deja dormir por las noches es la siguiente: con todos mis respetos, vaya eso por delante, ¿quién demonios fue el iluminado al que se le ocurrió un nombre tan tremendamente estúpido y absurdo para un superhéroe? De verdad, les juro que no me entra en la cabeza. Por intimidatorio fijo que no es, eso seguro, porque ya me dirán... ¿Hay alguien a quien le meta el miedo en el cuerpo un individuo que responde al apelativo de "Linterna" (da igual del color que sea)? Va a ser que no, a no ser que detrás de él venga un ejército compuesto por el resto de los integrantes de la ferretería... En fin, después de esta pequeña "rajada", pasemos a valorar el film en sí, nombre al margen.

"Green Lantern" supone un nuevo ejemplo de ese aluvión de cintas basadas/inspiradas en personajes de cómic, ya sea por parte de DC, como es el caso, o de Marvel, con el que estamos siendo invadidos en el plazo de los últimos tiempos, si bien aquélla se ve afectada por el importante handicap de que se trata de un personaje notablemente desconocido para el gran público (vamos, no es como Superman o Batman, por citar los dos ejemplos más conocidos de la editorial DC). Ello, en mayor o menor medida, supone un obstáculo para que la película pueda escalar a lo más alto del box office (prueba irrefutable de ello es que en su primera semana en cartelera ocupaba el número 2 de la lista de las más vistas, superada por... "Los Pitufos").

Ya en lo tocante a la película en sí, dejando de lado el hecho de que el cómic no sea muy conocido, pues resulta entretenida, pero no espectacular, a pesar de los múltiples efectos visuales con que nos obsequia, contándonos la historia de Hal Jordan, un piloto de las Fuerzas Armadas de los EE.UU. que es elegido para formar parte de los "Green Lantern Corps", una especia de patrulla intergaláctica encargada de velar por la seguridad de todo el espacio (ahora que lo pienso: lo que les tiene que reventar a los estadounidenses no ser ellos los encargados de semejante tarea, ¿no creen?), lo da lugar a toda una serie de situaciones, algunas cómicas, como son aquellas en las que el protagonista trata de adaptarse a su nuevo status como policía espacial, y otras que pretenden resultar espectaculares y dejarnos con la boca abierta, en las que Jordan viaja a los confines del universo para conocer de primera mano todo un mundo que antes pensaba que sólo eran quimeras.

Pasemos ahora a analizar la labor realizada por el personal implicado en el film, tanto delante como detrás de las cámaras. En primer lugar, tenemos a Ryan Reynolds, protagonista cuasi absoluto que interpreta su papel exactamente de la misma forma que lo hace siempre (a excepción de "Buried", en la que nos demostró el gran actor que oculta dentro, pero que no suele dejar salir), esto es, de una forma ciertamente insulsa y descafeinada. En el plano femenino tenemos a Blake Lively, quien desempeña con corrección e indiferencia su papel de mujer-florero, si bien le queda mucho por demostrar si quiere que la consideremos "actriz". Terminando ya de analizar algunos miembros de su reparto, tenemos al gran Mark Strong, quien, para variar, no tiene a su cargo el rol de malo de la película, pero que, como siempre, desempeña su papel a la perfección, demostrándonos una vez más el increíble actor que es. Y detrás de las cámaras está el siempre correcto pero nunca sobresaliente ni original Martin Campbell, responsable de, entre otras, "Escape de Absolom", "Goldeneye", "Límite vertical" y "Casino Royale", quien desempeña su labor de forma eficaz pero no eficiente (claro que mejor eso que tener a Brett Ratner o algún otro gañán de su calibre sentado en la silla de director...).

En fin, que "Green Lantern" es entretenida, palomitera, que se suele decir, pero vamos, en ningún caso acudan al cine pensando que se van a encontrar con el "Batman Begins" de Christopher Nolan sólo porque han oído en algún lado que el personaje es de DC como el Hombre Murciélago...