lunes, 27 de febrero de 2012

"Rango": Oscar 2012 a la Mejor Película de Animación



Anoche, los responsables de la Academia De Cine de Hollywood demostraron que tienen buen criterio. Bueno, pensándolo bien, mejor no decir cosas de las que me pueda arrepentir en un futuro más cercano que lejano, porque ni yo mismo me lo creo... Dejémoslo en que la pasada noche hicieron lo que tenían que hacer y obraron con justicia. Y ello, ni más ni menos, porque le otorgaron el Oscar a la Mejor Película de Animación a la magistral "Rango", dirigida por Gore Verbinski (en la foto), escrita por John Logan y doblada por un puñado de estrellas, destacando, por motivos obvios y merecidos, a la persona cuya voz está detrás del camaleón protagonista, el inconmensurable Johnny Depp.

En anteriores entradas en este blog, había ya pregonado a los cuatro vientos los méritos hechos por la cinta de Verbinski para alzarse con la tan ansiada estatuilla dorada, si bien me temía que los académicos de Hollywood razonasen fuera del tiesto, como, por otro lado, suelen hacer a menudo, y decidiesen pagar deudas o granjearse favores que cobrar más adelante otorgándole el premio a otro film distinto. Pero no, pues al final optaron por el sentido común y eligieron la, para quien esto suscribe, única opción posible.

Y ¡ojo! No es mi intención aquí menospreciar o ningunear a los competidores de "Rango" en la misma categoría, y más teniendo en cuenta que entre ellos se encontraba la española "Chico y Rita", de Trueba y Mariscal, pero es que la cinta protagonizada por el pintoresco y peliculero camaleón es cine del bueno en estado puro, presentándonos una historia sólida, bien asentada, con unos más que marcados rasgos de western, y todo ello pasado por el filtro de la animación informática (y de la buena), que la convierte en un espectáculo visual digno de ver y disfrutar.

Ya para terminar, un pequeño apunte: Verbinski ha conseguido con "Rango" realizar uno de los mejores films de su carrera, si no el mejor (tal y como lo leen...), que justamente se ha llevado el Oscar, y ello sin necesidad de rodarlo en 3D, que parece que últimamente no se puede estrenar en la gran pantalla una cinta de animación si no es en ese puñetero formato...

¡Viva "Rango"! ¡Viva Gore Verbinski! Y, ya puestos, y siendo generosos... ¡Viva la Acedemia del Cine de Hollywood! (pero que tampoco se lo crean mucho).

sábado, 25 de febrero de 2012

Viaje al Centro de la Tierra 2. La Isla Misteriosa



En el año 2008, se estrenó en la gran pantalla "Viaje al Centro de la Tierra", una nueva y considerablemente modesta adaptación de la novela del genial Julio Verne del mismo título, que para bastante ha dado en el mundo del cine y de la televisión, habiendo sido puesta en imágenes un buen puñado de veces. En este caso, la adaptación corría a cargo del desconocido Eric Brevig y estaba protagonizada por un Brendan Fraser cuya carrera no era (y sigue sin ser) la de antaño, siendo sus pretensiones más bien escasas, suponiendo una de esas cintas que se hacen de vez en cuando con el simple objetivo de entretener pero que en modo alguno aspira a encaramarse a lo más alto de la taquilla. Sin embargo, y a pesar de que no se pueda decir que batiera récords, sí que funcionó notablemente bien, me atrevería a afirmar que mucho mejor de lo que sus productores se pensaban en un inicio. Y es por ello que ahora llega a nosotros "Viaje al Centro de la Tierra 2. La Isla Misteriosa", una pseudo-secuela que no hace sino adaptar otra de las novelas de Verne como es "La Isla Misteriosa", eso sí, de una forma bastante libre (como ya hacía la primera entrega con "Viaje al Centro de la Tierra", por otra parte).

El film nos cuenta la historia de Sean Anderson (Josh Hutcherson, el único que repite de la primera película, suponiendo casi, casi el único nexo de unión, de ahí que en la introducción me refiriera a la cinta como "pseudo-secuela"), quien, acompañado de su padrastro (Dwayne Johnson, el artista antes conocido como "The Rock"), emprende un viaje en busca de la llamada "Isla Misteriosa" de la novela de Verne. En ello, se enfrentarán a numerosos peligros y vivirán grandes aventuras, al mismo tiempo que Sean se reencuentra con su perdido abuelo paterno (un perdidísimo Michael Caine).

Como relataba en el primer párrafo de esta reseña, la cinta que nos ocupa es sustancialmente más ambiciosa que su predecesora, y eso se nota en varios factores. En primer lugar, su reparto viene encabezado por un actor en alza y de notable éxito como es Dwayne Johnson, y no por una ex-estrella en decadencia como Fraser, a la par de poder jactarse de tener en su plantel al gran Michael Caine (ojo, que sea grande no complica que su actuación sea buena en todas y cada una de las películas que hace). Al mismo tiempo, se nota el aumento de presupuesto, pues los efectos visuales son notablemente superiores (y en tal aspecto, todos sabemos que, en la inmensa mayoría de los casos, la pasta manda...). Detrás de las cámaras tenemos a Brad Peyton, quien en su curriculum ostenta el "honor" de haber sido el responsable detrás de "Como perros y gatos. La venganza de Kitty Galore" y que, sin ser necesariamente un mal realizador, apunta maneras de convertirse en uno de esos directores "de encargo", que se limitan a coger la cámara y rodar de una forma rutinaria aquello que se les encomienda, pero sin aportar absolutamente nada al resultado final. En lo tocante al reparto, nada destacable, salvo quizá el hecho de que Caine, como mencionaba, está más perdido que un pulpo en un garaje, demostrando que, ni más ni menos, está en la cinta única y exclusivamente porque el cheque ofrecido a cambio era más que interesante. Y luego tenemos a Johnson, quien, si bien no puedo dejar de reconocer que es mejor actor que otros "intérpretes" venidos del mundo del wrestling, está más bien limitado en lo que a la actuación se refiere (y él es consciente de ello).

En resumen, "Viaje al Centro de la Tierra 2. La Isla Misteriosa" es entretenida, y punto. No podemos pretender que nos ofrezca nada más. Como tampoco podemos pretender una adaptación fiel de la novela de Verne. Y si usted, fiel espectador, se considera un admirador purista de la literatura verniana, bajo ningún concepto vaya a ver la cinta que nos traemos entre manos.

No quisiera terminar sin expresar algo: MALDITAS ESCENAS A CÁMARA LENTA, ¡MALDITO 3D! Así, en mayúsculas...

sábado, 11 de febrero de 2012

El invitado



Parece ser que cuando Daniel Espinosa, realizador sueco de ascendencia chilena, les planteó lo que quería hacer con el guión de David Guggenheim a los productores de la cinta que ahora llega hasta nosotros bajo el título de "El invitado", los puso a prueba, proponiéndoles toda una serie de locuras para tantearlos y ver cómo respiraban acerca del tema, pues la idea que él tenía en mente era la de hacer un film de acción como ya pocos se hacen, a la antigua usanza, con unas escenas muy físicas, sin efectos digitales de ningún tipo, con un punto de crudeza que no estamos acostumbrados a ver (al menos, de un tiempo a esta parte). Claro que en el momento en que se dio cuenta de que los que iban a poner el dinero tenían la misma visión del guión que él, pensó que era buen momento para poner fin a los desvaríos que se le iban ocurriendo, no fueran a pensar que le faltaba un tornillo... El resultado de semejante "intercambio de opiniones" es "El invitado", excelente thriller de acción que nos hace añorar viejos tiempos.

"El invitado" nos cuenta la historia de Matt Weston (Ryan Reynolds), un novato agente de la CIA cuyos días transcurren con más pena que gloria en su labor de custodiar uno de los pisos francos que la agencia tiene en Ciudad del Cabo. Es entonces cuando, sin comerlo ni beberlo, se ve obligado a enfrentarse a la difícil tarea de tener que hacerse cargo de un "invitado" inesperado: Tobin Frost (Denzel Washington), un ex-agente que se dedica a traficar con información confidencial, como consecuencia de lo cual un buen puñado de gente anda tras él con no muy buenas intenciones. Como es de esperar, la cosa sale mal y Weston se ve obligado a huir llevándose a Frost y teniendo que protegerlo de aquellos que quieren acabar con su vida.

Con semejante argumento, no necesariamente innovador u original, Espinosa logra construir una cinta de lo más interesante, y ello precisamente por lo que contaba en la introducción de esta reseña: su idea del film fue siempre la de una película de acción física, realista, sin adornos de ningún tipo (y mucho menos digitales), en la que los propios actores protagonistas realizan el 90 % de las escenas de riesgo, lo que le da, si cabe, mucha más verosimilitud a lo plasmado en la pantalla. El guión es el que es, los diálogos son notablemente escasos, hasta el punto en que hay momentos en que nadie dice nada durante un buen puñado de minutos, pero ni falta que hace, pues las imágenes hablan por sí solas.

En lo tocante al reparto, no podía ser mejor, integrado por unos excelentes Washington y Reynolds como protagonistas absolutos, magníficamente secundados por Vera Farmiga, Sam Shepard y Brendan Gleeson y con las participaciones cuasi fugaces de Robert Patrick y Liam Cunningham. Pero sin duda alguna, el mayor descubrimiento del film, al menos para un servidor, es el realizador Daniel Espinosa, que con "El invitado" demuestra a propios y extraños que tiene mucho que decir en el mundo del cine y que su visión es la de alguien con los pies en la tierra, que no sueña en 3D ni chorradas parecidas, sino que apuesta por una forma de hacer cine con tintes clásicos, como ya se echaba de menos en las carteleras de los últimos tiempos.

En resumen: "El invitado" es una cinta de lo más recomendable para todas aquellas personas amantes de aquel cine de acción que se hacía en los años 80 y 90 y que últimamente se prodiga de una forma más bien escasa. ¿Que su guión es escueto y poco original? Cierto en ambos casos, pero ello no es óbice para construir una magnífica película que resuelve la situación planteada con una maestría envidiable. Y es que, muy probablemente, lo que hace que "El invitado" sea tan buena es la simplicidad de su argumento, puesto en imágenes de una forma eficaz y contundente.

sábado, 4 de febrero de 2012

Bajo amenaza



La carrera de Nicolas Cage está muerta (y el hecho de que, año tras año, continúe rodando multitud de films, la mayoría de una calidad ínfima, no hace cambiar ese hecho). La de Nicole Kidman no sólo está muerta, sino que hace ya unos cuantos años que yace bajo tierra (eso, además de que la actriz estadounidense de nacimiento y australiana de adopción está tan recauchutada que parece un maniquí, quién la ha visto y quién la ve...). Tras las cámaras, está el muy irregular Joel Schumacher, realizador capaz de llevar a cabo cintas sumamente interesantes como "Última llamada" o "Asesinato en 8 mm" y bodrios como "Batman & Robin". ¿Qué da como resultado de la combinación de estos factores? Pues "Bajo amenaza"...

La cinta nos cuenta la historia del matrimonio Miller, Kyle y Sarah (Cage y Kidman), quienes habitan una casa de superlujo y viven una supuesta vida de ensueño, al menos hasta que son asaltados en su propia morada por cuatro individuos (no demasiado organizados, todo hay que decirlo) que tienen como objetivo apropiarse del dinero y los diamantes que Kyle guarda en su caja fuerte. Del resto, un guión previsible cual calendario e igual de emocionante que leer el diccionario...

Es de sobra conocido el hecho de que, una vez alguien gana un Oscar, la coletilla "Ganador del Oscar" le acompañará eternamente haga lo que haga, al margen de que el resultado finalmente obtenido sea mínimamente merecedor de compararse siquiera de refilón con lo que en teoría representan las ansiadas estatuillas doradas (y digo "en teoría" porque todos sabemos las pautas seguidas por la Academia de Cine de Hollywood a la hora de otorgar sus premios...) o no. Así pues, "Bajo amenaza" se publicita como protagonizada por sendos ganadores del Oscar, lo cual es cierto, si bien de aquellos tiempos ya no queda rastro alguno, "obsequiándonos" tanto Cage como Kidman con unas interpretaciones horrorosas, del todo indignas de lo que en su momento fueron (en el caso de Kidman, reconozco que existe la posibilidad de que el bótox y todas las veces que ha pasado por el quirófano hayan mermado sus capacidades motrices y expresivas...). La labor de Schumacher es rutinaria 100%, hasta el punto de hacerme pensar si no dejaría la dirección de la cinta en manos del encargado del cátering mientras él se iba a dedicar su tiempo a tareas más lúdicas. Pero, sin lugar a dudas, lo peor de "Bajo amenaza" es su guión, a cargo de un individuo del que no recuerdo el nombre, y que no me voy a molestar en buscar, pues no lo merece, digno de las sobremesas más casposas, cutres y culebroneras, plagado de diálogos estúpidos, situaciones del todo inverosímiles y giros argumentales que se ven venir a leguas.

En resumen, pagar por ver la cinta que nos ocupa es tirar el dinero y, como dice un amigo mío, está perder el tiempo y luego está ver "Bajo amenaza"...

miércoles, 1 de febrero de 2012

Bunraku



Empecemos con una pequeña puntualización, pero no obstante de capital importancia: "Bunraku", más que un film, supone una suerte de experimento cinematográfico de esos con los que el mundo del cine nos obsequia de vez en cuando (como pueden ser también los casos, salvando las distancias, por supuesto, de "The Blair Witch Project" o "Sky Captain y el Mundo del Mañana"). Eso sí, lo característico, como en todo experimento que se precie, es que la cosa puede salir bien o mal. Y digo esto porque sus responsables tienen que ser conscientes de lo arriesgado de la propuesta que están llevando a cabo, y saben que hay posibilidades, que por bastante superan el 50%, de que no vayan a salir bien parados... Haciendo alusión a los ejemplos expuestos: mientras que la muy cutre (es manifiesto que la rodaron con cuatro duros...) "The Blair Witch Project", que en su momento jugaba con las posibilidades del falso documental, se saldó con un notable éxito de taquilla (llegó a convertirse en la cinta más rentable de la Historia), más gracias a su genial campaña publicitaria que a sus logros cinematográficos, el hito que supuso en el universo cinematográfico (más por su factura técnica que por su guión, todo hay que decirlo) "Sky Captain y el Mundo del Mañana" terminó por convertirse en un más que estrepitoso fracaso.

"Bunraku" nos cuenta la historia de los personajes encarnados por Josh Harnett (acreditado como "The Drifter", cuya traducción al español que más me encaja es "El Vagabundo") y el actor japonés (aunque en ocasiones parece más una actriz...) Gackt (quien sí tiene nombre: Yoshi), los cuales llegan casi a la par a una ciudad gobernada con mano de hierro por Nicola "El Leñador" (Ron Perlman), cada uno con sus concretos propósitos.

Pero dejémonos de historias, pues en "Bunraku" el guión importa lo justo, ya que lo verdaderamente importante es la puesta en escena, de lo más original e innovadora, con un narrador de lo más locuaz y oportuno (algo que en muy pocas ocasiones sucede) y una forma de enlazar escenas, como si de un libro en relieve se tratara, de lo más vistosa a la par que impactante; verdaderamente, considero que es algo digno de ver. Ahora bien, llegados a este punto, pasemos a la más que considerable debilidad de la cinta que nos ocupa: si bien decía que el guión importa lo justo, lo cierto es que, por poco que sea, importa, y aquí es donde "Bunraku" falla, pues no sólo nos cuenta una historia nada original (lo cual, podría llegar a perdonarse, gracias a su estilo visual), sino que, lo que es peor, lo hace con una absoluta carencia de ritmo, de modo que se vuelve un aburrimiento considerable, que en muy pocos momentos desaparece.

En lo referente a su reparto, en él tenemos a lo mejor del film después de su aspecto visual: Woody Harrelson, tanto por su personaje como por la interpretación que hace del mismo. El resto, la gran mayoría correctos, con la clarísima excepción de Gackt, que es tan mal actor que no me entra en la cabeza cómo ha podido llegar a rodar siquiera una película... También tenemos a Ron Perlman, genial intérprete que se apunta hasta a un bombardeo, si hace falta, y cuya filmografía crece a pasos agigantados. ¡Ah! Y un consejo para Josh Harnett: ¡Abre los ojos!

Mención especial, merecedora de un punto y aparte, requiere la labor de Guy Moshe, realizador y guionista de "Bunraku". Y es que la puesta en escena que ha conseguido es de las de aplaudir (lástima que su guión no lo sea tanto). Bravo por él.

En resumen, "Bunraku" triunfa en el aspecto visual y naufraga en el argumental. Entramos ahora en la tesitura de decidir qué importa más: la historia contada o las imágenes que la ilustran... Que cada cual juzgue por sí mismo.