martes, 22 de octubre de 2013

Zipi y Zape y el Club de la Canica



Por fin, después de un sinnúmero de cómics a cargo del maestro Escobar, llegan a la gran pantalla, y en carne y hueso, los archiconocidos Zipi y Zape, de la mano del realizador Oskar Santos ("El mal ajeno", "Hispania, la leyenda") e interpretados por dos actores que con los papeles de los traviesos chavales hacen su debut en el mundo del cine.

"Zipi y Zape y el Club de la Canica" da comienzo cuando los críos que dan título al cómic y a la cinta son enviados a un curso de verano en el Esperanza, un centro educacional al que van a parar aquellos niños que necesitan de un buen tirón de orejas y donde está terminantemente prohibido jugar. Allí conocerán al temido director del colegio, Falconetti, interpretado por un Javier Gutiérrez alejado de sus habituales papeles cómicos, y harán piña con dos alumnnos más, junto a los cuales fundarán el Club de la Canica con el fin de llevar a cabo toda una serie de travesuras a modo de "resistencia" a las estrictas normas del colegio y su amargado director.

La película que nos traemos entre manos no hace sino tratar, en cierto modo, de actualizar a los ya longevos personajes creados por Escobar, sacándolos de su habitual contexto para plantarlos en una trama de aventuras y tesoros escondidos. Y es ahí donde reside el mérito de los guionistas, en haber conseguido elaborar una trama entretenida, para toda la familia y que en ningún momento aburre, claro que en el camino la esencia de Zipi y Zape se va diluyendo hasta llegar a un punto en que da un poco igual cómo se llamen los protagonistas, pues el film funcionaría igual si no existiera relación alguna con el cómic.

Hablar del reparto de "Zipi y Zape y el Club de la Canica" se reduce básicamente a hacer referencia al rol desempeñado por Javier Gutiérrez, a quien estamos acostumbrados a ver en papeles cómicos (véase el Satur de "Águila Roja"), pero que en este caso nos sorprende, y muy gratamente, interpretando al malo de la película de la forma más seria y correcta posible, sin caer en ningún momento en el histrionismo o en la sobreactuación a los que otros intérpretes se podrían ver abocados en una cinta de estas caracterísiticas. Respecto a Daniel Cerezo y Raúl Rivas, los encargados de poner cara a los traviesos hermanos, llevan a cabo su papel de forma correcta (lo cual ya es meritorio dado que, con toda seguridad, fueron elegidos siguiendo primordialmente unas pautas de parecido físico, más que interpretativas).

¿Entretenida? Sí. ¿Zipi y Zape? No.

sábado, 19 de octubre de 2013

Nightmare



Haciendo una excepción en nuestra línea de reseñar cintas estrenadas en cines ordinarios, en Retazos de Celouloide queremos parar nuestra mirada en algo llamado "Nightmare", de un tal Oribio, que ayer tuvimos el "placer" de visionar en una proyección que tenía más de casera que de otra cosa (con aviso de actualización del antivirus en pantalla, y todo).

"Nightmare" es una película 100% amateur rodada íntegramente en Galicia, totalmente en inglés (o algo parecido), imaginamos que por aquello de darle proyección internacional (¿?), que nos cuenta la historia de dos turistas estadounidenses, Olivia y Harold, que se desplazan al rural gallego en un viaje de placer. El caso es que sus apacibles vacaciones se verán truncadas cuando Olivia empiece a sufrir una serie de terribles pesadillas que hacen que todo se descontrole. Y hasta ahí puedo decir, y no porque no quiera destripar detalles del argumento a posibles incautos que vayan a tener la desgracia de ver la película, sino más bien porque no tengo ni idea de qué más contaba...

Seamos claros: "Nightmare" es un auténtico despropósito. Empezando con un prólogo narrado a base de unos óleos nefastos que nos cuenta una historia de ángeles, nefilims, seres humanos y no sé qué clase de seres más que poco tiene que ver con lo que a continuación se nos muestra en pantalla, pasando por unas interpretaciones no de andar por casa, sino lo siguiente (dejando de lado el nivel de inglés de los protagonistas, por supuesto), unos planos "corta-cabezas" estupendos y, lo peor y más grave de todo, una historia del todo incoherente, compuesta por un sinnúmero de set pieces (por cierto, el film está organizado en capítulos, no se lo pierdan) encajados a calzador, sin sentido alguno y atropelladamente.

Ahora bien, a todo lo anterior habrá quien objete, alzando la voz y rompiendo una lanza en favor del joven director/guionista/productor/intérprete/... de la película (de ahí el "de Oribio" calzado a continuación del título, como si de John Carpenter se tratara) alegando que todo está hecho sin medio alguno, más que los cuatro duros que los implicados pudieran aportar al proyecto, que carecían del equipo mínimamente necesario tanto para grabar como para llevar a cabo los efectos que un producto de terror requería, que los intérpretes realmente no son actores (no me j...)... En fin, toda una serie de argumentos con los que, sinceramente y de corazón, puedo estar en mayor o menor medida de acuerdo. Pero lo que bajo ningún concepto se puede perdonar, y ahí reside su principal problema, es la historia contada, pues la imaginación para plasmar una idea y transformarla en un guión no depende de recurso alguno, sino simplemente de la capacidad y buen hacer del encargado de llevarla a cabo (en este caso, el tal Oribio, quien, a todas luces, carece de esa capacidad y ese buen hacer que mencionaba).

En fin, "Nightmare" supone hora y media perdida del tiempo de cualquiera, un cúmulo de errores encadenados, una cagada con M mayúscula.

Eso sí, nos hartamos de reír.

viernes, 18 de octubre de 2013

Elysium



Neill Blonkamp, director de la genial "District 9", estrena "Elysium", la cual, a pesar de ser su segunda incursión en el mundo del cine, muestra ya unas pautas de sobra marcadas de lo que el realizador neozelandés quiere hacer con su carrera.

"Elysium" narra la historia de Max (Matt Damon), un currante con antecedentes penales que vive una triste vida trabajando en una fábrica, tratando de no meterse en líos y anhelando, como todos los que se encuentran en circunstancias similares a las suyas, poder pisar Elysium, que no es otra cosa que el "piso de arriba" en el que viven los más ricos y donde algo tan serio como un cáncer no es más que una anécdota que puede ser eliminada de un plumazo. Claro que la cosa cambia cuando a Max le proponen participar en un plan que dará con sus huesos en el ansiado lugar...

Como mencionaba al inicio de esta reseña, la cinta que nos traemos entre manos deja muy clara la trayectoria que su director desea tomar en el negocio del cine: películas que se enmarcan perfectamente dentro del género de la ciencia-ficción que que vayan mucho más allá (como ya hacía, por otra parte, "Disctrict 9"), contándonos una historia sólida en la que nos encontramos unos personajes bien construidos y un mensaje claro, al margen de toda la parafernalia robótica y fantástica. Y no nos engañemos: Blonkamp sabe lo que hace.

En lo referente al reparto, éste viene encabezado por un Matt Damon sobresaliente, en el que quizá sea uno de sus mejores papeles, secundado por una breve Jodie Foster en un papel que le viene como anillo al dedo, una Alice Braga que se limita a poner cara y voz al rol asignado y un Sharlto Copley que, día a día y film tras film, no hace sino demostrar lo gran actor que es (lástima que no se prodigue más...).

Para terminar: "Elysium" es una cinta digna de ser vista y, sobre todo, merecedora de pagar una entrada de cine para poder hacerlo.