martes, 31 de diciembre de 2013

Los Juegos del Hambre. En llamas




No ha pasado mucho tiempo desde que se estrenó en las pantallas de todo el mundo "Los Juegos del Hambre", adaptación al cine de la primera entrega de la trilogía literaria escrita por Suzanne Collins. Y lo hizo con un éxito rotundo en la taquilla mundial, de ahí que tengamos ahora entre nosotros su continuación, "En llamas".

Esta segunda entrega de la trilogía (que en cine será tetralogía, pues está confirmado que "Sinsajo" se dividirá en dos partes, al igual que se hizo con los últimos libros de las sagas "Harry Potter" y "Crepúsculo") nos cuenta cómo Katniss Everdeen (una ya consagrada Jennifer Lawrence), flamante ganadora de la último edición de los juegos que dan nombre a las películas, se ve obligada, igual que su compañero Peeta Mellark (Josh Hutcherson), a participar en una nueva competición que no hace sino reunir a anteriores ganadores. Claro que el verdadero objetivo que planea el Presidente Snow (excepcional, como siempre, Donald Sutherland) no es otro que acabar con la vida de Katniss, quien, a raíz de su participación y posterior victoria en los juegos, se ha ido convirtiendo en un símbolo de esperanza para el pueblo, que comienza a dar muestras de querer alzarse en armas contra el Capitolio.

La cinta que nos traemos entre manos cuenta con la misma ventaja que todos las segundas (o terceras) partes de filmes precedentes: jugar sobre seguro y repetir esquemas que ya funcionaron en el pasado. Con más razón si se bebe de una fuente literaria ya de por sí exitosa. Es por eso que "En llamas" partía con todas las bazas a su favor para convertirse en uno de los más grandes éxitos del año, como así se está viendo reflejado en la taquilla. Todo, con un único cambio: quien se sienta ahora en la silla de director (y lo hará también en las dos medias terceras partes de la saga) es Francis Lawrence, mucho más acertado, en opinión de un servidor, para este tipo de películas que Gary Ross, responsable de la primera entrega.

¿Qué decir del reparto de "En llamas" a estas alturas? Pues que todos se encuentran más que cómodos en los papeles que ya encarnaron en la primera entrega, logrando, si cabe, unas interpretaciones mucho más sólidas. Excepción a lo anterior la constituye Philip Seymour Hoffman encarnando a Plutarch Heavensbee, personaje nuevo en la franquicia, que encaja a la perfección en el puzzle formado por los demás. No obstante lo anterior, quisiera destacar merecidamente la labor llevada a cabo, al igual que en la primera parte, por Donald Sutherland, que desempeña su rol de malo-malísimo de forma magistral y con una sobriedad envidiable, y Stanley Tucci, como Caesar Flickerman, el peculiar y algo histriónico (pero no sobreactuado) presentador de los juegos.

En fin: si disfrutaron con "Los Juegos del Hambre", no duden en ver "En llamas", pues es más de lo mismo. En el  buen sentido, ojo.


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