jueves, 28 de abril de 2011

Directores "de cómic" (una aproximación de tantas posibles)



Permitámonos un momento de reflexión... ¿Acerca de qué?, se preguntarán. Pues bien, el tema que me gustaría plantear en este post versa en torno a la cuestión de los directores elegidos por las grandes productoras a la hora de poner en sus manos las cada vez más habituales adaptaciones de cómics de superhéroes (centrándonos, obviamente, en las grandes, DC y Marvel, sobre todo en esta última). 

Para acotar el tema y no remontarnos a los tiempos del “Batman” del genial y personal Tim Burton ni mucho menos al “Superman” de Richard Donner, nos centraremos en las adaptaciones más recientes de personajes de tebeo.

En este punto, planteo la pregunta clave de toda esta historia: ¿Qué criterio utilizan los productores a la hora de encargar una de estas adaptaciones a uno u otro director? Lo menciono más que nada porque parece haber dos tendencias: una, la más inteligente a primera vista, es dejar los proyectos en manos de realizadores con carácter, con personalidad, innovadores, con Christopher Nolan y su excepcional visión de Batman en “Batman Begins”, “The Dark Knight” y la futura “The Dark Knight Rises” a la cabeza; y otra, la de contratar a individuos absolutamente carentes de personalidad y, en gran parte de los casos, notablemente inútiles, pero que cumplen el encargo y el resto lo dejan en manos de quienes ponen la pasta, como es el caso del inefable Tim Story y sus “Los 4 Fantásticos” y “Los 4 Fantásticos y Silver Surfer”. Así, tenemos múltiples ejemplos de ambos casos: en el primer grupo podríamos enmarcar al gran Sam Raimi y su versión de Spider-Man (con esta saga, este señor, porque no se merece otro calificativo, por fin ha logrado ascender al Olimpo de realizadores de éxito, que se ha venido ganando desde que inició su andadura en el mundo del cine), a Zack Snyder, quien en estos precisos momentos prepara, junto a Christopher Nolan, su particular visión de Superman, a Kenneth Branagh y su inminente “Thor” (que aún no he visto, como es obvio, pero que promete, y mucho), a Matthew Vaughn y sus aventuras mutantes en “X-Men: Primera generación” y al televisivo Joss Whedon, a priori una elección de lo más acertada para obsequiarnos con su adaptación del cómic grupal de Marvel, “Los Vengadores”, cuya filmación está comenzando en estos momentos; y en el otro lado tenemos al torpe Joe Johnston y su “Capitán América” (que es probable sea entretenida, pero de ser así, ello no se deberá al individuo que se encuentra tras las cámaras...). Hasta aquí, los “casos simples”, por así decirlo: realizador bueno o malo, con o sin personalidad.

No obstante lo dicho, como todo en esta vida, no se trata de que las cosas sean blancas o negras, sino que siempre hay que dejar un pequeño hueco, aunque sólo sea, para el gris. Y es que en este punto me vienen a la mente una serie de casos. El primero es el de Ang Lee, un realizador en principio de lo más solvente y, desde luego, con personalidad propia más allá de los grandes estudios, pero al que igual se le fue un poco la mano al hacer “Hulk”, adaptación del cómic protagonizado por el “Goliath esmeralda” que no gustó a absolutamente nadie, de ahí que unos años después el mismo estudio le encargase al francés Louis Leterrier “El increíble Hulk”, más convencional pero también mucho más entretenida. Otro caso controvertido es el de Jon Favreau, que en un inicio sonaba como la peor elección para poner en imágenes la adaptación de “Iron Man”, pero que al final ha resultado hacer un trabajo notable (más en la primera que en la segunda, todo hay que decirlo...). ¿Y qué me dicen de la saga “X-Men”? Dos entregas de la mano de Bryan Singer, gran director donde los haya y responsable del éxito de la franquicia (también responsable de la irregular “Superman Returns”), y una tercera regalada a la ineptitud del borrego Brett Ratner (y lo dejo ahí porque si no me enciendo...); mención aparte de esta última saga merece la de Lobezno, que sigue ya camino propio, con un primer film a cargo del inexperto Gavin Hood, escogido simple y llanamente para hacer su trabajo y desaparecer del mapa, dejando la post-producción en manos de los grandes directivos de la Fox, y una segunda aún sin nadie que se siente en la silla de director, tras el abandono de Darren Aronofsky (para más información, lean mi reseña del día 29 de marzo, si no lo han hecho ya).

Y ya para terminar, un caso sobre el que no me atrevo a decir si la elección ha sido buena o mala, pues carezco de datos por completo... Me estoy refiriendo a Mark Webb y su “The Amazing Spider-Man”. El tiempo dirá.



2 comentarios:

  1. Ohhh... no hay palo para "Ghost Rider" :'(

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  2. Es que al final decidí dejar fuera a Mark Steven Johnson y sus "Daredevil" y "Ghost Rider", películas simpáticas pero bastante irregulares, por no decir malas, sobre todo la segunda...

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