lunes, 16 de mayo de 2011

Thor



Por fin, después de años de ansiosa espera y proyectos fallidos, llega a nosotros "Thor", película protagonizada por el Dios nórdico de la Guerra, previa y debidamente pasado por los filtros de Marvel. La llegada se ha hecho esperar y desear, pero el resultado final no ha podido ser más satisfactorio.

Después de años dando tumbos por los estudios de Hollywood y pasando por las manos de un sinfín de directores y actores, el proyecto por fin cayó en manos del shakespeariano Kenneth Branagh, excelente director donde los haya, pero una elección que a priori podría sorprender a más de uno, dada su previa trayectoria como realizador. No obstante, y como decía al principio, el resultado no podía ser mejor, pues Branagh ha conseguido no sólo captar perfectamente la esencia del personaje Marvel (otra cosa es el personaje mitológico, no nos engañemos...) sino que también ha logrado actualizarlo, ofreciéndonos una visión completa, sin fisuras, de la que podrá disfrutar cualquier espectador, sea o no lector asiduo de cómics. Vamos, que los productores se pensaron bien las cosas, cosa que no siempre hacen, y decidieron dejar el proyecto en manos de alguien competente y, como ha demostrado, con una visión única.

Pasando al actor protagonista, tenemos al casi desconocido Chris Hemsworth, el cual, a primera vista, podría parecer el típico, y permítanme la expresión, por favor, "cacho de carne", todo músculo y cero expresividad. Pero no, pues parece ser que este chico australiano es algo más que eso, como brevemente tuvo la ocasión de demostrar en "Star Trek", en la que encarnaba a George Kirk, el padre del protagonista. Tenemos aquí un nuevo ejemplo de esas decisiones que a veces toman los productores de grandes superproducciones de dejar el papel protagonista en manos de un actor desconocido para el gran público, como fueron los casos de Christopher Reeve en "Superman" y de Hugh Jackman en "X-Men" (vale que Lobezno técnicamente no es el protagonista, todos lo sabemos, pero a efectos prácticos, la historia es otra... para algo se trata del mutante más carismático y querido por los fans): otra decisión de lo más acertada (y van dos, están que se salen... a ver cuánto les dura).

El resto del reparto, por decirlo así, va más a lo seguro, reuniendo a un elenco que envidiaría cualquier otra cinta: desde el veterano Anthony Hopkins hasta la reciente y merecidamente oscarizada Natalie Portman, pasando por el siempre excelente Stellan Skarsgard (este último, curiosamente, es el padre de Alexander Skarsgard, uno de los actores que sonaron para el papel protagonista antes de entregárselo a Hemsworth).

En resumen, nos encontramos ante un film excelente que hará las delicias de propios y extraños, con una factura tanto delante como detrás de las cámaras que sería la envidia, estoy seguro de ello, de cualquier cinta de las llamadas de autor, en las que el aspecto interpretativo y las labores más artesanales, por decirlo así, priman sobre el aspecto técnico. Eso sí, en este caso, tenemos todo eso, y por añadidura, también un gran presupuesto.

Para finalizar, resaltar la labor que viene desempeñando la recientemente fundada Marvel Studios para ir tejiendo poco a poco esa red que une a todos sus films y que se verá culminada el año que viene con la película protagonizada por los Héroes Más Poderosos de la Tierra, "Los Vengadores", y que en "Thor", una vez más, lo hace con una breve escena de la que se nos deja disfrutar si esperamos al final de todos los títulos de crédito.

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