miércoles, 1 de junio de 2011

Sin identidad



Veamos... ¿Por dónde empezar? Pues bien, ante todo, tengan presente que al ver "Sin identidad" van a tener una especie de sensación de deja vù, una sensación como de ya haber visto en más de una ocasión aquello que se nos está mostrando, esas imágenes con un Liam Neeson en Alemania más perdido que un pulpo en un garaje tratando de encontrar por todos los medios posibles a su esposa, y a partir de ahí poner fin al entuerto en el que está metido, situación que por momentos recuerda bastante al Harrison Ford de "Frenético", salvando las distancias, obviamente. Pero ahí no acaba la mencionada sensación, la cual está presente, nos guste o no, a lo largo de todo su metraje. No obstante, y a pesar de lo expuesto, no nos hallamos, ni mucho menos ante una mala película. Me explico.

"Sin identidad" nos cuenta la historia del personaje encarnado por Liam Neeson, un botánico que acude a Alemania, acompañado por su mujer, interpretada por January Jones, para asistir a un simposio en el que realizará una ponencia. No obstante, y por una serie de circunstancias que no voy a detallar aquí, se ve perdido en un país que no conoce, falto de un documento de identificación y, lo que es peor, sin que nadie, ni su propia esposa, lo reconozca. Este, a grandes rasgos, es el argumento que nos cuenta el film que nos ocupa. ¿Original? A todas luces no... ¿Entretenida? Bastante... ¿Olvidable? Lamentablemente, también... Pero centrémonos en el segundo de estos factores: "Sin identidad" es puro entretenimiento, eso hay que reconocérselo, y bien rodado, además, algo que le debemos a su realizador, el español Jaume Collet-Serra, que tras unos inicios digamos que inestables (sentándose en la silla del director de "La casa de cera" y "Gol 2"...), parece que va cogiendo el rumbo de su carrera cinematográfica, y en Hollywood, nada más y nada menos... Y es que Collet-Serra demuestra un pulso admirable a la hora de filmar, una sobriedad digna de los mejores autores y una puesta en escena de lo más eficiente, sin caer en ningún tipo de exceso ni virguería visual, como les pasa a muchos de sus colegas, y en particular a gran número de los que, como él, están empezando.

Enlazando con lo anterior, no puedo menos que reconocer que el guión no es para tirar cohetes, desde el punto de vista de que nos plantea una historia notablemente sólida y entretenida, como decía, pero completamente falta de originalidad, plagada de situaciones más que manidas y en cierto modo previsibles. De esta fomra, la cinta se convierte en un producto de consumo rápido y del todo olvidable; vamos, que salimos del cine de verla y ya nos estamos olvidando de ella.

En lo tocante al reparto, poco que salientar. En general, bastante correcto, con un Liam Neeson que cumple su labor, pero no la desempeña de forma sobresaliente, en uno de esos papeles que de vez en cuando se le ofrecen a los grandes actores como él, pero que no le suponen un gran esfuerzo interpretativo y que se limitan a llevar a cabo de una forma absolutamente rutinaria. Especial mención merece, para un servidor, la tarea desempeñada por el veterano Bruno Ganz, un excelente intérprete por desgracia no excesivamente conocido allende las fronteras del territorio germano, a pesar de haber encarnado el papel de Adolf Hitler en "El hundimiento".

Pues eso, "Sin identidad" es una película para pasar el rato, con una realización notable, como apuntaba, pero poco más. Ver y olvidar, como muchas otras en el panorama cinematográfico actual, por desgracia...

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