miércoles, 2 de noviembre de 2011

La cosa (The thing)



En el año 1938, el desconocido (para un servidor) John W. Campbell, Jr., bajo el pseudónimo de Don A. Stuart, publicó en la revista Analog Science Fiction and Fact el relato de título "Who goes there?" (algo así como "¿Quién está ahí?"), el cual sería adaptado en 1951, de la mano del gran Howard Haws en los roles de productor y guionista y director en la sombra, con el título de "El enigma... de otro mundo". Varias décadas después, en  1982, el genial John Carpenter cogería la historia de Campbell y la haría suya para obsequiarnos con una de sus mejores cintas y una de los mejores films de terror de todos los tiempos, "La cosa". Y ahora en 2011 llega hasta nosotros una nueva versión, la cual es más una especie de remix, con algo de precuela y algo de remake, de la versión de Carpenter, y ya no tanto una nueva adaptación del relato original. Esta nueva "La cosa" viene de la mano del realizador sueco Matthijs van Heijningen, Jr., quien de esta forma pone un pie en Hollywood con el firme propósito de quedarse. Y quede claro que, dado el resultado, tiene posibilidades de lograr su objetivo.

"La cosa" (2011) nos cuenta, más o menos, y a grandes rasgos, la misma historia que ya todos conocemos: el hallazgo en la Antártida de una nave extraterrestre y de su piloto congelado en hielo, pero no por ello muerto, como tendrán la desgracia de comprobar los integrantes del equipo encargado de investigar el asunto en una base militar, y más tras percatarse de que este visitante del espacio exterior puede "camuflarse" dentro de los seres humanos, de forma que les resulta sumamente difícil saber quién es amigo y quién enemigo, generándose así desconfianzas y reticencias entre ellos, lo que traerá consecuencias trágicas.

El reparto de la película que nos ocupa, a pesar de que sí contiene actores cuyos rostros sonarán a la mayoría (Mary Elizabeth Winstead, Adewale Akinnuoye-Agbaje, Joel Edgerton, Eric Christian Olsen...), no tiene a grandes estrellas, lo que, en cierto modo, supone un soplo aire fresco, pues de esta forma absolutamente nadie tiene garantizada su supervivencia al final de la historia por aquello de que, en virtud de lo que parece ser una ley no escrita del cine (y que pocas excepciones tiene), bajo ningún concepto el protagonista puede fallecer al finalizar la cinta. Ahora bien, pese a que todo el plantel interpretativo desempeña una labor encomiable, el mérito de que "La cosa" sea un film notable, ciertamente interesante y sumamente entretenido es de su realizador (y disculpen que no escriba de nuevo su nombre, pero es que ya la primera vez me costó horrores...), quien, como indicaba, apunta maneras para conseguir labrarse una carrera en la industria cinematográfica, aunque ello dependerá de las decisiones que tome a partir de ahora.

En fin, que la película que nos ocupa es una de las cintas más recomendables del año, y más en lo que al género de terror se refiere, si bien no se puede dejar de reconocer que en modo alguno tiene el más mínimo tinte de originalidad o innovación. Y es en este punto donde hay que declarar abiertamente, es lo justo, que su director se tendría que ver moralmente obligado a compartir el mérito que mencionaba en el párrafo anterior con John Carpenter, pues si éste no hubiese hecho su anterior versión, obra maestra donde las haya, la nueva "La cosa" no existiría...

2 comentarios:

  1. Me la anoto para ver. La de Carpenter es muy buena... Original? Esa palabra existe en Hollywood?

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  2. Ahí le has dado... "Originalidad " es un término que, lamentablemente, parece condenado a desaparecer del diccionario cinematográfico venidero...

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