viernes, 16 de marzo de 2012

Luces rojas



Tras el taquillazo que supuso en 2010 "Buried (Enterrado)", protagonizada única y exclusivamente por un sobresaliente Ryan Reynolds y rodada de una forma bastante modesta (como no podía ser de otra manera, dado su planteamiento argumental), su director, el gallego Rodrigo Cortés, nos trae ahora "Luces rojas", su esperadísimo nuevo proyecto, que a priori viene avalado por la presencia de Robert DeNiro. Aunque, bueno, más que traérnoslo, casi, casi nos lo tira a la cara...

"Luces rojas" nos cuenta la historia de dos investigadores (encarnados por Cillian Murphy y Sigourney Weaver) que se encargan de "desmontar" y desmitificar los supuestos poderes sobrenaturales de un puñado de farsantes que se jactan de ser "videntes" y de poder llevar a cabo toda una serie de actos que van en contra de toda lógica y ley natural. En ello, es cuando hace acto de presencia un tal Simon Silver (horrendo DeNiro), el mejor y más grande vidente de todos los tiempos, quien lleva años desaparecido del mapa y prepara un regreso a lo grande.

¿Cómo podría expresar ilustrativamente lo que supone ver "Luces rojas"? Ah, sí... Ni más ni menos que un auténtico insulto. Y es que la cinta no nos cuenta nada, los minutos pasan y el más absoluto aburrimiento invade al espectador, quien, transcurrida una hora de tedio puro y duro, ya sabe que el film no le va a ofrecer ni siquiera un mínimo "algo" que le haga pensar que aunque sólo sea una pequeña fracción del (cada vez más elevado) precio de la entrada no ha sido tirado directamente al cubo de la basura. Así como el anterior proyecto de Cortés (la mencionada "Buried") estaba ejecutado con notable maestría a pesar de ser la segunda incursión del realizador de Pazos Hermos (Ourense), lo que nos hacía pensar en que podría disfrutar de un más que prometedor futuro, la película que nos ocupa tira las expectativas generadas en torno a su persona directamente al fondo del retrete. Ya en lo tocante a su reparto, supuestamente viene avalado por la presencia del otrora grande Robert DeNiro, quien, como, si no me equivoco, ya he mencionado en alguna que otra ocasión, está acabado, por mucho que le pese a él o a quien quiera, llevando a cabo en el plazo de los últimos años un rol tras otro que no hacen sino ensuciar sus más memorables interpretaciones del pasado. Del resto, tenemos a una notable Sigourney Weaver con un papel que requería muchísimo más del escaso jugo que se le saca en la cinta y un Cillian Murphy simplemente correcto. En este punto, sin duda alguna el gran descubrimiento del film es el de Elizabeth Olsen, que dará mucho que hablar (y me río a carcajadas de sus supuestamente famosas hermanas mayores gemelas...).

Por si no lo han notado, el cabreo que me entró viendo "Luces rojas" hace ya casi una semana aún me dura, por lo que recomiendo encarecidamente que bajo ningún concepto la vean si no quieren sentirse insultados, como le pasó a un servidor.

Termino: Rodrigo, espero que esto sea un tropezón en tu carrera y que tu siguiente proyecto continúe por la buena senda trazada por "Buried" (en cuyo caso trataré de borrar "Luces rojas" de mi memoria y hacer como si no hubiera existido). Y Robert, retírate ya...

sábado, 3 de marzo de 2012

Indomable



Steven Soderbergh tiene una cualidad de lo más destacable, que no es otra que la de ser capaz de poner un proyecto en marcha y de rodar un film en menos que canta un gallo, y todo con presupuestos relativamente pequeños para lo que son los parámetros habituales de Hollywood (es de sobra conocido que rara vez excede los 20 millones de dólares). Pues bien, del realizador originario de Atlanta nos llega ahora "Indomable", que Soderbergh rodó en su línea, rápido y barato, y que, aunque a simple vista pueda parecer el típico producto de acción, no lo es, pues está pasado por su muy particular filtro.

"Indomable" sigue las peripecias de Mallory Kane (la cuasi-debutante Gina Carano), una suerte de agente secreto que trabaja para una empresa privada que a su vez trabaja para el Gobierno (o para quien le pague...). El caso es que, tras un trabajo que no sale del todo bien en Barcelona y otro a simple vista de lo más rutinario (que Soderbergh nos muestra de la forma más enrevesada y poco clara posible), Kane resulta traicionada por los suyos, viéndose obligada a escapar de los agentes que la persiguen para tratar de aclarar el marrón en el que se haya metida y, de esa forma, limpiar su nombre.

Al comienzo decía que Soderbergh rueda de una forma rápida y con presupuestos ajustados, claro que ello no implica que  todos sus films sean de calidad. De ahí que firmadas por él tengamos notables cintas como pueden ser "Un romance muy peligroso", "Erin Brockovich", "Ocean's 11" (esta mucho más cara de lo habitual, y refiriéndome sólo a la primera entrega de la trilogía, pues la segunda fue una especie de experimento y la tercera una copia de la primera después del churro que resultó ser la segunda) e incluso la aburrida "Traffic", pero también películas nefastas como "Solaris" y "El buen alemán". Pues bien, "Indomable", sin llegar a ser tan mala como las dos últimas, se enmarcaría más bien dentro de esta segunda categoría, pues, para empezar, su planteamiento es del todo rutinario y en absoluto original, lo cual se le perdonaría si fuese una cinta de acción al uso (de esas de consumir y digerir en 5 segundos), pero, tal y como mencionaba al inicio de esta reseña, no lo es, careciendo por completo de todo tipo de ritmo narrativo, hasta el punto de que en ocasiones parece una suerte de collage compuesto por escenas con apenas coherencia unas con otras. Por otro lado, la forma de plantear los encuadres llevada a cabo por Soderbergh no deja de ser llamativa, admitámoslo, pero, como se suele decir, lo poco gusta y lo mucho cansa, de ahí que los numerosos encuadres extraños terminan por saturar al espectador. Y no puedo dejar de mencionar la escasa banda sonora presente en el film, que es muy digna... de los mejores ascensores.

En lo tocante al reparto, quizá en él resida la mejor baza de "Indomable". Éste viene encabezado por la desconocida Gina Carano, una luchadora profesional que despertó la simpatía del director, hasta el punto de que decidió otorgarle el papel protagonista en su nuevo proyecto; como era de esperar, sus aptitudes interpretativas son más bien escasas (a fin de cuentas, no es actriz), si bien esto queda contrarrestado con la contundencia de su presencia escénica, siendo protagonista absoluta e indiscutible (y he aquí el mayor acierto de Soderbergh), lo que nos hace desearle una larga y próspera carrera en el mundo del cine. El resto del reparto está compuesto por actores de notable carácter, cada uno en su línea, pero brillando todos y cada uno: Ewan McGregor, Antonio Banderas, Michael Douglas (particularmente inspirado y demostrando una vez más lo gran actor que es), Michael Fassbender (el actor de moda actualmente en Hollywood), y Bill Paxton, todos ellos arropando y secundando a la "novata" protagonista. Eso sí, en el ámbito interpretativo también tenemos una lacra de considerable entidad, como es la presencia del inútil Channing Tatum...

Resumiendo, "Indomable" engañará a quienes esperen encontrarse con una cinta de acción típica, y hará desconfiar a quienes, como un servidor, conozcan un poco a su realizador, a pesar de lo cual puedan otorgarle una oportunidad porque, de vez en cuando, da en el clavo. Lamentablemente, no es el caso. Y si esta es su visión particular del cine de acción, bien podría habérsela ahorrado.

Ver "Indomable" sólo merece la pena por una cosa: descubrir a Gina Carano. Nada más.

jueves, 1 de marzo de 2012

Ghost Rider. Espíritu de venganza



Tras el estreno en 2007 de "Ghost Rider. El Motorista Fantasma", con la cual prácticamente nadie quedó contento, y saldándose con un relativo fracaso en taquilla (y digo "relativo" porque si ahora estamos hablando de otro film, por algo será, ¿no creen?), poco a poco se empezó a especular con la posibilidad de una nueva cinta, si bien no estaba muy claro si se trataría de una secuela o de un reboot (muy de moda últimamente... en breve, el de Spiderman, cuyas anteriores películas son de antes de ayer, pero bueno...). Es por eso que ahora llega a nosotros "Ghost Rider. Espíritu de venganza", nuevamente protagonizada por Nicolas Cage, que ni patrás consigue salir del hoyo en el que está metido.

"Ghost Rider. Espíritu de venganza" sitúa a Johnny Blaze (Cage) en Europa del Este, tratando de esconderse del mundo en su intento de que el Motorista Fantasma no haga acto de presencia. Pero es entonces cuando un peculiar sacerdote de nombre Moreau (Idris Elba), que, por cierto, se bebe hasta el agua de los floreros, solicita su ayuda para salvar a un chaval de nombre Danny (y, dicen, apellido Ketch, quien en los cómics de Marvel es el segundo Motorista y, algo que se descubre con el tiempo, hermano de Blaze), a quien persigue el mismísimo Diablo, al que ahora llaman Roark, con quien Blaze firmó años atrás el famoso pacto que lo llevó a ser quien es (en este film interpretado por Ciarán Hinds). Y claro, el Motorista aparecerá (de no ser así, no habría película, claro... lo cual casi habría sido mejor, por otra parte).

Dejemos claro desde ya que la cinta que nos ocupa es un auténtico despropósito. Lo más curioso es que los productores, tras el fallido intento de la primera entrega, se plantearon seriamente partir de cero y adoptar una perspectiva diferente en la nueva adaptación del famoso personaje de cómic creado por Gary Friedich y Mike Ploog en 1972, con lo que la cosa parecía tomar forma de reinicio o reboot, para lo cual le dieron la patada a Mark Steven Johnson (también responsable de la fallida adaptación de "Daredevil", de la cual, oh, sorpresa, también se prepara una nueva versión), principal responsable de la primera, y pusieron en su lugar a Mark Neveldine y Brian Taylor (firmantes de las dos entregas de "Crank", así como de "Gamer", ésta notablemenre superior a las primeras). Claro que como protagonista ficharon nuevamente a Nicolas Cage, con lo cual el tema del reinicio quedaba considerablemente en entredicho, viéndose obligados a darle continuidad con la anterior, aunque de forma relativa (y digo esto porque la sensación es bastante extraña, pues a veces parece una secuela al uso, a veces es como que parte de cero... vamos, que lo único que consiguen es generar en el espectador un cacao de los buenos). El tema es que, pretendiendo corregir los errores cometidos, parece que se despistaron y en vez de mejorar con respecto al film de 2007, lo que hicieron fue empeorarlo y tener como resultado una cinta a medio camino entre la comedia, la acción, lo fantástico... y todo ello aderezado con sus escenas a cámara lenta, como manda todo "buen" producto rodado en 3D...

Metiéndonos ya con el reparto, tenemos al frente a un horrendo (como siempre en los últimos tiempos) Cage, que, otra cosa no hará, pero se pasa media película partiéndose la caja a lo pirado..., secundado por un Idris Elba que en ningún momento se toma en serio su personaje, un nefasto Ciarán Hinds (excelente intérprete, pero que aquí gesticula más que si estuviera sufriendo un ataque epiléptico) y un fugaz Christopher Lambert, en un rol más de andar por casa que otra cosa. Y detrás de las cámaras, los realizadores que firman como Neveldine & Taylor, los cuales, seamos sinceros, no tienen ni p... idea de dirigir, pero que se lo pasan bomba en cada cinta que ruedan (y se nota).

En fin, que "Ghost Rider. Espíritu de venganza" convierte a "Ghost Rider. El Motorista Fantasma" casi en una obra maestra de la cinematografía (recalco el "casi"), la cual, por lo menos, y a pesar de ser mala con ganas, resultaba entretenida y ciertamente simpática (pero sin tener tantos detalles cómicos, absurdos e hilarantes como la secuela, para muestra la escena del "lanzallamas", no digo más...).

Y como hago a menudo, termino con un consejo: no vean esta película, no pierdan el tiempo. Me lo agradecerán.