jueves, 1 de marzo de 2012

Ghost Rider. Espíritu de venganza



Tras el estreno en 2007 de "Ghost Rider. El Motorista Fantasma", con la cual prácticamente nadie quedó contento, y saldándose con un relativo fracaso en taquilla (y digo "relativo" porque si ahora estamos hablando de otro film, por algo será, ¿no creen?), poco a poco se empezó a especular con la posibilidad de una nueva cinta, si bien no estaba muy claro si se trataría de una secuela o de un reboot (muy de moda últimamente... en breve, el de Spiderman, cuyas anteriores películas son de antes de ayer, pero bueno...). Es por eso que ahora llega a nosotros "Ghost Rider. Espíritu de venganza", nuevamente protagonizada por Nicolas Cage, que ni patrás consigue salir del hoyo en el que está metido.

"Ghost Rider. Espíritu de venganza" sitúa a Johnny Blaze (Cage) en Europa del Este, tratando de esconderse del mundo en su intento de que el Motorista Fantasma no haga acto de presencia. Pero es entonces cuando un peculiar sacerdote de nombre Moreau (Idris Elba), que, por cierto, se bebe hasta el agua de los floreros, solicita su ayuda para salvar a un chaval de nombre Danny (y, dicen, apellido Ketch, quien en los cómics de Marvel es el segundo Motorista y, algo que se descubre con el tiempo, hermano de Blaze), a quien persigue el mismísimo Diablo, al que ahora llaman Roark, con quien Blaze firmó años atrás el famoso pacto que lo llevó a ser quien es (en este film interpretado por Ciarán Hinds). Y claro, el Motorista aparecerá (de no ser así, no habría película, claro... lo cual casi habría sido mejor, por otra parte).

Dejemos claro desde ya que la cinta que nos ocupa es un auténtico despropósito. Lo más curioso es que los productores, tras el fallido intento de la primera entrega, se plantearon seriamente partir de cero y adoptar una perspectiva diferente en la nueva adaptación del famoso personaje de cómic creado por Gary Friedich y Mike Ploog en 1972, con lo que la cosa parecía tomar forma de reinicio o reboot, para lo cual le dieron la patada a Mark Steven Johnson (también responsable de la fallida adaptación de "Daredevil", de la cual, oh, sorpresa, también se prepara una nueva versión), principal responsable de la primera, y pusieron en su lugar a Mark Neveldine y Brian Taylor (firmantes de las dos entregas de "Crank", así como de "Gamer", ésta notablemenre superior a las primeras). Claro que como protagonista ficharon nuevamente a Nicolas Cage, con lo cual el tema del reinicio quedaba considerablemente en entredicho, viéndose obligados a darle continuidad con la anterior, aunque de forma relativa (y digo esto porque la sensación es bastante extraña, pues a veces parece una secuela al uso, a veces es como que parte de cero... vamos, que lo único que consiguen es generar en el espectador un cacao de los buenos). El tema es que, pretendiendo corregir los errores cometidos, parece que se despistaron y en vez de mejorar con respecto al film de 2007, lo que hicieron fue empeorarlo y tener como resultado una cinta a medio camino entre la comedia, la acción, lo fantástico... y todo ello aderezado con sus escenas a cámara lenta, como manda todo "buen" producto rodado en 3D...

Metiéndonos ya con el reparto, tenemos al frente a un horrendo (como siempre en los últimos tiempos) Cage, que, otra cosa no hará, pero se pasa media película partiéndose la caja a lo pirado..., secundado por un Idris Elba que en ningún momento se toma en serio su personaje, un nefasto Ciarán Hinds (excelente intérprete, pero que aquí gesticula más que si estuviera sufriendo un ataque epiléptico) y un fugaz Christopher Lambert, en un rol más de andar por casa que otra cosa. Y detrás de las cámaras, los realizadores que firman como Neveldine & Taylor, los cuales, seamos sinceros, no tienen ni p... idea de dirigir, pero que se lo pasan bomba en cada cinta que ruedan (y se nota).

En fin, que "Ghost Rider. Espíritu de venganza" convierte a "Ghost Rider. El Motorista Fantasma" casi en una obra maestra de la cinematografía (recalco el "casi"), la cual, por lo menos, y a pesar de ser mala con ganas, resultaba entretenida y ciertamente simpática (pero sin tener tantos detalles cómicos, absurdos e hilarantes como la secuela, para muestra la escena del "lanzallamas", no digo más...).

Y como hago a menudo, termino con un consejo: no vean esta película, no pierdan el tiempo. Me lo agradecerán.

4 comentarios:

  1. En fin, que "Ghost Rider. Espíritu de venganza" convierte a "Ghost Rider. El Motorista Fantasma" casi en una obra maestra de la cinematografía.

    Qué chungo!

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  2. despues de ver la anterior ya ni me planteaba la posibilidad de ver esta...y despues de tu crítica menos!

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  3. Sinceramente, y como digo al final de la reseña, perderías el tiempo... Quédate con tu primera impresión: si la anterior no te gustó, excusas ver la nueva.

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