viernes, 13 de abril de 2012

Ira de Titanes



Tras el estreno en 2010 del remake de "Furia de Titanes", llega ahora a la pantalla grande "Ira de Titanes", la secuela de la nueva versión (¡toma originalidad!). Y lo hace con un claro objetivo en mente, o al menos así nos vendieron que era la intención de sus principales responsables: hacernos olvidar a su predecesora, pues prácticamente nadie quedó contento con ella (y más, tras su chapucera conversión al omnipresente 3D en la India). Claro que eso también era lo que pretendían hacer las mentes pensantes (aunque mucho, mucho me da que no pensaban...) detrás de "Ghost Rider. Espíritu de venganza. En fin, comencemos, que la cosa tiene tela para dar y repartir.

"Ira de Titanes" sigue a un Perseo (nuevamente Sam Worthington) que, 10 años después de las aventuras narradas en la anterior entrega, compagina sus tareas como pescador y "padre soltero", tras la muerte de Io (que se nos cuenta de pasada, como para justificar la ausencia en el film de Gemma Arterton). Claro que en esas, y a causa de un plan tramado por el pérfido Hades (Ralph Fiennes, otra vez) y su sobrino Ares (Edgar Ramírez, que le pone nueva cara al Dios de la Guerra, pero que tanto da, pues ya ni nos acordamos de quién lo hacía en la primera película) para liberar a los temibles Titanes, se verá obligado a acudir en ayuda de su padre Zeus (repitiendo Liam Neeson). Argumento innovador, ¿a que sí?

Pasemos a las valoraciones: siendo claro, nos encontramos ante un caso como el de "Ghost Rider", esto es, que tratando de mejorar lo anterior, la han cagado a base de bien... Y es que vale que "Furia de Titanes" no era gran cosa, pero al menos era entretenida, con unos efectos especiales ciertamente notables y un ritmo narrativo que no aburría, dentro de sus grandes carencias, pero es que su secuela es un producto de lo más soporífero, contándonos una historia sumamente parecida a mil cosas que ya hemos visto una y otra vez, claro que eso ya nos lo esperábamos, pero lo hace de la peor forma, "obsequiándonos" con una cinta de esas que parece que no se terminan porque no pasa nada, y cuando sí pasa, pues ya ni nos importa...

Una de las medidas tomadas para tratar de enmendar los errores del fim precedente fue no contar con el realizador galo Louis Leterrier, también firmante de "El increíble Hulk", cuya silla ocupa en este caso Johnathan Liebesman, que últimamente semeja ser una suerte de "realizador de encargo" de esos que gustan tanto a algunos productores, que llegan, ruedan, cobran y se van, sin aportar un ápice de personalidad al resultado finalmente obtenido. En lo tocante al reparto, tenemos al "cacho de carne" Worthington, el cual, como nos tiene acostumbrados, demuestra que no tiene ni idea de actuar, pero como llena la pantalla, pues parece que ya da igual. Luego, tenemos por segunda vez a Liam Neeson y a Ralph Fiennes en uno de esos trabajos que se suele dar en llamar "alimenticios", de cobrar el cheque y poco más (los cuales, seamos sinceros, parecen gustar mucho a Neeson en los últimos tiempos). Del resto del reparto, poco que contar, salvo el curioso hecho de que gran parte de él cambia con respecto a la primera película, pero como son secundarios que poco aportan a la trama, lo mismo da. Eso sí, tenemos a un Bill Nighy ciertamente pasado de rosca...

Resumiendo: "Ira de Titanes" supone una auténtica decepción, ya no en lo tocante a la historia contada, sino al conjunto en sí, pues cuando uno se rasca el bolsillo para pagar la entrada, lo mínimo que se espera de un producto de estas características es que resulte entretenido y no que le haga a uno cabecear...

Como dije al respecto de "Inmortals": "Ira de Titanes" convierte en buena a "Furia de Titanes".

3 comentarios:

  1. Pues si que estamos bien... Fiennes y Neeson están empezando a decaer, por lo que se ve...

    ResponderEliminar
  2. Ya ves... Las cosas que se hacen por pasta! Lo cual, por otra parte, es más que respetable, pues todo el mundo trata de vender su pellejo lo más caro posible, o no?

    ResponderEliminar
  3. En mi vida he visto mayor basura. Si el director tuviera un apice de decencia se haria el sepuku.

    ResponderEliminar