lunes, 29 de abril de 2013

Iron Man 3



Bueno, aquí tenemos la primera "película Marvel" post-Vengadores. Se trata de "Iron Man 3", segunda secuela de la serie que adapta a la gran pantalla las aventuras del Hombre de Hierro y que, inevitablemente, y a causa de la continuidad que une todas las cintas producidas por Marvel Studios, hace alguna que otra (escasa) referencia a lo sucedido en el film dirigido por Joss Whedon. ¿Y qué es lo que nos ofrece? A estas alturas de la película, nadie debería dudarlo ya: un guión aceptable, mucha acción, un buen reparto y... Robert Downey Jr.

"Iron Man 3" nos presenta a un Tony Stark (Downey) con algún que otro problemilla para digerir todo lo sucedido en "Los Vengadores", lo cual, sumado a los recientes ataques terroristas de los que se hace responsable El Mandarín (Ben Kingsley), sientan las bases de la película que nos  traemos entre manos. Entre tanto, vemos algo más de su relación con Pepper Potts (Gwyneth Paltrow) y el nuevo en la saga Aldrich Lillian (Guy Pearce). Del resto, pues más de lo mismo que hemos visto en las dos entregas anteriores (como es lógico, por otra parte), con una pequeña gran matización: "Iron Man 3", en ocasiones, tiene mucho más de Tony Stark que de Iron Man propiamente.

Si hay un cambio siginificativo en esta tercera entrega con respecto a las anteriores, ese es, sin duda alguna, su nuevo realizador. Y es que cuando en las anteriores era Jon Favreau el encargado de ocupar la silla de director, en este caso es Shane Black quien lo sustituye, limitándose aquél a aparecer (igual que en las dos precedentes) como Happy Hogan, antes guardaespaldas de Tony y ahora jefe de seguridad del Edificio Stark. ¿Se nota el cambio? Sinceramente, no mucho. ¿Y por qué? Seamos sinceros: si tienes un modelo que funciona a las mil maravillas y encaja en lo que la gente espera de una cinta de estas características, ¿por qué lo vas a cambiar? Así pues, un servidor no considera que la cosa cambie de Favreau a Black... Es más, me atrevería a decir que poco importa quién grite "¡Acción!" (he dicho "poco", ojo, no que no importe para nada, no sea que alguien me oiga y considere que bien podría haberla dirigido el inútil de Brett Ratner, lo cual, por otra parte, debió ser lo que debieron pensar los productores de la saga "X-Men" cuando colocaron a este gañán al frente de "X-Men. La decisión final"...).

En lo que respecta al reparto, y tal y como nos vienen acostumbrando desde la primera entrega, es más que sólido. Tenemos a Downey, aunténtica alma de la película, sin el cual nada de esto sería posible, al menos de la misma manera, a Paltrow, cobrando algo más de protagonismo, a Don Cheadle, retomando su papel de James Rhodes/Máquina de Guerra/ahora Iron Patriot, poco más que una simple comparsa del protagonista, a Pearce, recién llegado y que desempeña su rol con eficacia pero sin personalidad y a un Kingsley impagable.

Resumamos:"Iron Man 3" gustará, como suelo decir, a quienes gustaron las anteriores, a quienes gustan en general de ver una película "de superhéroes" y a quienes consideren, como quien esto suscribe, que, si cogiésemos una cámara, un trípode donde colocarla y a Downey, ya tendríamos película. 

jueves, 25 de abril de 2013

G.I.Joe. La venganza



Cuatro años después de que se estrenara en las pantallas de todo el mundo "G.I.Joe" ("G.I.Joe. Rise of Cobra" en el original), llega "G.I.Joe. La Venganza" (cuyo título original es "G.I.Joe. Retaliation), su pseudo-secuela... Conforme avance la reseña, comprenderán el porqué de semejante término. ¿Y qué ofrece? No nos engañemos: más de lo mismo... o menos, según por dónde se mire.

"G.I.Joe. La venganza" narra la historia, como ya lo hacía su predecesora, del grupo especial del ejército estadounidense cuyo nombre da título al film, compuesto por los personajes encarnados por Channing Tatum (que repite en su papel de Duke), Dwayne Johnson (el artista antes conocido como The Rock), D.J. Cotrona, Adrianne Palicki y Ray Park (que encarna, como en la película anterior, al ninja Snake Eyes, en este caso bastante desaparecido...). El meollo del asunto da comienzo cuando los Joes son disueltos por el presidente de los EE.UU. (Jonathan Price, que también repite), en realidad el malo-malísimo Zartan camuflado, como se nos mostraba al final de "G.I.Joe", propiciando el resurgimiento de la organización terrorista Cobra. Y claro, los buenos, pese a ser condenados públicamente, harán todo lo que esté en su mano para lavar su nombre y salvar a su país, para lo cual recurrirán al fundador de los Joes, el ya retirado General Colton (un Bruce Willis que pasaba por allí... y de paso, se llevó un bonito cheque para casa).

Empecemos por el guión... ¿Alguien sabe dónde se lo dejaron? Lo digo más que nada porque en el film no es que existan demasiadas trazas de él, al margen de cuatro esbozos. Pero claro, en una película de estas características sería tremendamente ingenuo esperar más que un simple entretenimiento de acción y tiros, de estos de ver, pasar el rato e, instantánemante, olvidar. Relacionado con la historia está el siguiente tema (y enlazo con aquello de "pseudo-secuela"): ¿estamos ante una secuela? ¿O más bien ante uno de esos reboots que tanto gustan ahora en Hollywood? Pues ni una cosa ni la otra... Me explico: por un lado, y dado que la cinta predecesora no reventó la taquilla, los responsables de la que nos ocupa quisieron hacer algo distinto y renovar la saga, para lo que, según las malas lenguas, prescindieron de los servicios de Stephen Sommers, realizador de la primera y de "Deep Rising" y las dos primeras entregas de "La momia", por citar algunos títulos, para sentar en el sillón de director a un tal Jon M. Chu, el responsable de haber perpetrado "Step Up 3D" y un documental sobre el niñato insoportable Justin Bieber... Sabia decisión, sí señor. También decidieron cambiar a los personajes principales, pero sólo en parte, pues se mantiene a Duke (brevemente), Snake Eyes (de pasada), al comandante Cobra (en mi opinión el único acierto), a Storm Shadow y al Presidente/Zartan, a los que se añaden algunos nuevos (y de los de la primera, ni rastro, ni explicación al respecto). Total, que tenemos una cinta de acción al uso que se queda a medio camino entre secuela y reboot, creando en el espectador una sensación extraña que le hace desear que se hubieran olvidado de la primera y que hubieran sacado personajes nuevos, sin rastro alguno de continuidad.

En fin, si pensaban que la primera era mala, esta es peor. Entretenida, sí, siempre y cuando no esperen de ella más que el simple hecho de pasar un rato viendo escenas imposibles, golpes a mansalva y tiros por un tubo. La primera, por lo menos, era un producto considerablemente digno que sentaba las bases para una posible secuela que enlazara directamente con la serie de dibujos de hace años o los cómics...



lunes, 8 de abril de 2013

Oz, un mundo de fantasía



La otrora poderosísima por méritos propios Disney (ahora lo es, pero por haber adquirido Pixar, Marvel y Lucasfilm...), en su afán por poner en imagen real determinadas historias clásicas dirigidas a todos los públicos, pero sobre todo a los más pequeños de la casa, nos trae ahora "Oz, un mundo de fantasía", basado en la obra de L. Frank Baum y especie de precuela de "El mago de Oz". Para ello, ha contado con la inestimable colaboración del gran Sam Raimi, a la sazón director del film que nos traemos entre manos.

"Oz, un mundo de fantasía" relata la historia de Oscar Diggs (James Franco), un mago de pacotilla cuyo afán no es otro que ir de feria en feria timando a la gente con sus pobres trucos y rompiéndole el corazón a más de una chica.  En una de estas, se ve obligado a huir en globo, viéndose transportado, sin comerlo ni beberlo, a Oz, un mundo fantástico que está esperando su llegada como agua de mayo. Allí, conocerá a tres brujas (encarnadas por Rachel Weisz, Michelle Williams y Mila Kunis), sin saber muy bien cuál es buena y cuál mala...

La idea de partida de la cinta que nos ocupa no es mala: abordar el mundo de "El mago de Oz" desde una perspectiva diferente, sin adaptar la archiconocida historia de Dorothy, el Espantapájaros, el Hombre de Hojalata y el León Cobarde. Si a ello le sumamos que el proyecto fue puesto en manos de un realizador de calidad como es Raimi (lástima que su buen hacer no fuera reconocido "oficialmente" hasta que a alguien se le ocurrió darle las riendas de la adaptación a la gran pantalla de Spiderman...), todo parecía indicar que el resultado final sería un taquillazo, y de los buenos. Pero claro, nos encontramos con dos problemas: un guión considerablemente aburrido que tarda más de media película en presentar la situación y a los personajes y... James Franco (¿se puede ser más soso? No, ¿verdad?). Estos dos factores hacen que estemos ante una cinta tremendamente aburrida que sólo empieza a levantar cabeza muy avanzado su metraje, obsequiándonos con un excelente final... cuando ya media sala ha perdido el interés...

Argumentaba que uno de los problemas (quizá ya no el mayor, ya que éste radica en su fallido guión) es el hecho de tener como protagonista a James Franco, el cual, siendo sinceros, no es mal actor, pero tampoco bueno. Me explico: se trata de un intérprete demasiado convencional, que se limita a llevar a cabo un papel tras otro sin aportar otra cosa que no sea, y lamento repetirme, su extremada sosería. ¿Qué habría sido de la cinta de haber tenido como protagonista a Robert Downey Jr. o a Johnny Depp, como se rumorea que querían sus productores? Lamentablemente, es algo que nunca sabremos...

"Oz, un mundo de fantasía", por culpa de su guión, es un film que gustará, más o menos, a todos aquellos espectadores cuya edad no supere los 12 años y aburrirá a los demás (salvo excepciones, por supuesto).

No me puedo resistir... James, ¡aburres a las cabras!